La entrevista de Mariano Rajoy con Jordi Évole ha soliviantado a las víctimas del franquismo, que le acusan de insultar y humillar a las víctimas desde su posición de poder. La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica denuncia, en concreto, su insensibilidad al cuestionar que hubiera personas que buscaban los restos de sus familiares desaparecidos.

Jordi Évole: ¿Le parece de sentido común que en 2016 miles de españoles no sepan todavía dónde están enterrados sus abuelos?

Mariano Rajoy: A mí me gustaría que todo el mundo supiera dónde están enterrados sus abuelos, pero no, no tengo claro que sea cierto eso que usted me dice, ni que pueda hacer nada el Gobierno para arreglarlo.

Jordi Évole: Hombre, cierto sí que es señor Rajoy.

Mariano Rajoy: Sí, hay mucha gente que evidentemente no lo sabe, claro, después de lo que ocurrió en España hace años, lo que me parece más de sentido común es que intentemos que cosas de esas no se vuelvan a repetir en el futuro y no estando dándole vueltas de manera continuada al pasado.

En un comunicado, la asociación reprocha al jefe del Ejecutivo que diga que no puede hacer nada al respecto mientras ayuda repatriar a los miembros de la División Azul que murieron luchando junto a los nazis o financia la Comisión Internacional de Personas Desaparecidas que exhuma fosas en diferentes países extranjeros. 

Asimismo le recuerda que el Comité de Derechos Humanos del Consejo de Europa ha instado al Gobierno de España con urgencia a solucionar el problemas de los 114.226 desaparecidos para que sus familiares, si así lo desean, puedan conocer su paradero. Es el resultado del informe de la ONU, a través del Grupo de Trabajo contra la Desaparición Forzada e Involuntaria y el Relator Especial para la Justicia, la Reparación y las Garantías de No Repetición, que concluyó que en España no se había respetado los derechos de las víctimas de la dictadura.

En los próximos días la ARMH tiene previsto llevar a Moncloa toda la documentación que tiene sobre las desapariciones y ofrecer "al ejecutivo de Rajoy la posibilidad de darle, de forma gratuita, un curso básico de derechos humanos, una de las grandes asignaturas pendientes de la democracia española"