La presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig, ha asegurado hoy que se siente “absolutamente respaldada” por Génova en su pulso con los concejales valencianos que se niegan a dejar sus actas tras su imputación por blanqueo de capitales. Bonig quiere expulsarles, pero el PP nacional se ha limitado a suspenderles y a abrir un expediente por la investigación judicial.

Baraja la expulsión por desobediencia
La presidenta del PP valenciano ha dicho, este miércoles, que espera que el expediente abierto por Génova acabe con la expulsión de los ediles, pero baraja la posibilidad de abrirle ella otro expediente de expulsión por desobediencia. Aún así, la dirigente popular ha asegurado que todas las medidas han sido "consensuadas" con la dirección nacional.

"Nosotros siempre lo hemos dicho, vamos a respetar plazos de Génova y la decisión de los concejales y, en base a eso, actuaremos sin prejuzgar su inocencia o culpabilidad pero en estos momentos la sociedad, especialmente en la Comunitat Valenciana, exige medidas contundentes", ha afirmado Bonig en una rueda de prensa.

"El día que Génova me diga..."
Acerca del apoyo de Génova, Isabel Bonig ha asegurado que nadie le ha pedido que "rebaje el tono" con los concejales. "Nadie me ha dicho absolutamente nada, además son conscientes de que la situación se produce en un contexto donde la Comunitat Valenciana ha estado, "unas veces justa y otras injustamente, en el foco mediático por temas de corrupción y eso hace que la medidas tengan que ser muy contundentes". “El día que Génova me diga que me he equivocado, me marcho”, ha añadido.

Justifica a Rajoy
En su tono conciliador respecto a Génova, Bonig ha justificado el desconocimiento de Mariano Rajoy sobre los pormenores del expediente informativo abierto a los concejales, afirmando que Rajoy "está en los grandes temas" y que este tema se lleva con la secretaria general, María Dolores de Cospedal, y con el secretario de Organización, Fernando Martínez Maíllo.

Un mensaje de Rita Barberá
Por otro lado, la líder del PP valenciano ha admitido que la senadora y exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, le envió un mensaje al móvil diciéndole "cuidado con lo que dices", aunque, según apuntó, el tono no le pareció amenazante, pues entendió que se refería a que el secreto de sumario aún estaba vigente.