La Asamblea de Madrid aprobó la semana pasada, con el apoyo de las fuerzas de oposición (PSOE, Podemos y Ciudadanos) y la abstención del PP, la ley de identidad y expresión de género e igualdad social y no discriminación de la Comunidad. El texto pretende "la plena integración social de las personas transexuales" y garantizar la integridad corporal de los menores intersexuales hasta que éstos definan su identidad. La ley también insta a permitir a las personas transexuales que lo soliciten las acreditaciones de identidad acordes a su género real. La diputada de Podemos Beatriz Gimeno lo resumió así desde la Asamblea según recogió EFE: "Se está aceptando la revolucionaria idea de que las niñas pueden tener pene y los niños vagina".

"Comprensión equivocada del ser humano"
La ley ha puesto en pie de guerra a tres de los cuatro obispos de la Comunidad de Madrid, ya que el prelado de Madrid Carlos Osoro se ha negado a secundarlo. Sí lo han hecho Juan Antonio Reig Pla, de Alcalá de Henares, Joaquín Mª López de Andújar y Cánovas del Castillo, de Getafe, y José Rico Pavés, prelado de Mentesa y auxiliar de Getafe. Los tres firman unas reflexiones conjuntas en torno a la ley de Madrid que han recibido "con profundo dolor" y que tachan de hecho “muy grave e injusto”. Tras asegurar que respetan a quienes “han promovido esta ley y sus posibles destinatarios” apelan a la “ley natural” y a Benedicto XVI para proclamar que "el hombre no se crea a sí mismo" y que "difícilmente se podrá defender el derecho de personas que se consideran discriminadas cuando esa defensa se funda en una comprensión equivocada del ser humano".

Así, estos obispos madrileños citan el extracto de la ley madrileña donde se apunta al derecho "a construir para sí una autodefinición con respecto a su cuerpo, sexo, género y su orientación sexual" para negarlo. Denuncian que es un "supuesto derecho" y "una expresión ideológica del legislador que choca frontalmente con la antropología cristiana que ha dado sustento y soporte a lo que se ha venido en llamar civilización cristiana u occidental".

"Pensamiento totalitario"
También apelan estos prelados al papa Francisco, quién "refiriéndose a la auténtica ecología integral" dijo que "la aceptación del propio cuerpo como don de Dios es necesaria para acoger y aceptar el mundo entero como regalo del Padre y casa común". Critican asimismo estos obispos "el concepto de libertad que maneja el legislador cuando se refiere a la ‘identidad de género libremente manifestada’” y alertan de que “aboca a un pensamiento totalitario: la absolutización de la voluntad que pretende ser la única creadora de la propia persona y la absolutización de la técnica transformada también en un poder prometeico e ideológico". 

"Cóctel del marximo freudiano y del liberalismo individualista"
En un texto firmado por Reig Pla no podía faltar el ataque de rigor a "la ideología de género". "El legislador se muestra heredero de la ideología de género que, con pretensiones científicas, supone un rechazo total de la teología de la creación y de la redención. En la base de esta ideología está la diferencia pretendida entre sexo y género", insisten. Pero la denuncia va más allá: "Para comprender bien esta pretensión es necesario remontarnos a los llamados maestros de la sospecha (Nietzsche, Marx y Freud), comprender la llamada revolución sexual en sus diferentes entradas y lo que ha supuesto la dictadura del relativismo". “En el fondo, se trata de un proceso de deconstrucción de la civilización cristiana y de la entronización del relativismo cultural”. Y rematan: “Lo nuevo que ya despunta en esta ley es un cóctel o mezcla del marxismo freudiano y del liberalismo individualista que nos quiere conducir, en definitiva, a lo que recientemente se ha venido en llamar tecnonihilismo. Se trata de la sumisión de las personas por un poder totalitario que, en nombre de la libertad, pretende abolir cualquier norma moral que impida el imperio de la libertad absoluta de la técnica”.

Detrás hay un "proyecto de ingeniería social" a nivel mundial
La conclusión va en ese mismo sentido de mezclar muchas cosas al alertar de que “todo está relacionado” y existe un “proyecto de ingeniería social que se viene propiciando en España y globalmente” contra “el orden de la creación y de la redención”. “Para ello conviene contemplar en su conjunto las distintas piezas del puzle: injusticia social (con la síntesis del marxismo y el liberalismo), ecología idolátrica y fragmentada, anticoncepción, esterilización, aborto, “amor romántico”, divorcio, “amor libre”, técnicas de reproducción asistida, ‘pornificación’ de las relaciones personales y de la cultura, sexualidad sin verdad, usurpación deliberada de la filiación natural de los niños, manipulación hormonal/amputación y extirpación de órganos sanos/reasignación de la identidad personal, eutanasia y suicidio asistido, manipulación de embriones, “poliamor”, realidad virtual sustitutiva, etc., son sólo una parte de los escalones, programados, científica y sistemáticamente, en orden a la deconstrucción de la “identidad-misión”, querida por Dios para el ser humano”.

Después de negarles sus derechos, la carta concluye con este ‘ofrecimiento’ a los transexuales: “A los afectados por esta ley, y a cuantos necesitan de la maternidad de la Iglesia, les ofrecemos el calor de nuestras parroquias, comunidades y el ejercicio de la caridad a través de Cáritas y de las distintas instituciones educativas y caritativas de nuestras diócesis”.

Osoro no se ha querido sumar
En cuanto a la negativa de Osoro a secundar la carta junto al resto de los obispos madrileños le está costando los ataques de medios ultracatólicos contrarios también a la ley, que le alertan de un posible boicot de curas en la misa de este miércoles en la Catedral de la Almudena.