La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, ha anunciado hoy que el consejo de administración del banco propondrá a la junta de accionistas del próximo año incrementar la remuneración a los accionistas en un 5 %, hasta 0,21 euros por acción, con cargo a los resultados de 2016.

Botín, que ha hecho este anuncio durante su intervención ante la Junta General de Accionistas de 2015, arrancando los primeros aplausos de los asistentes, ha explicado que de los 21 céntimos del dividendo de 2016, 16,5 se abonarían en efectivo, y los otros 4,5 se podrán cobrar en efectivo o en acciones.

Esto supondrá, en caso de ser aprobado el próximo año, un incremento del 10 % en el dividendo pagado en metálico, ha dicho la presidenta.

La entidad se reafirma de esta forma en los objetivos para 2018 que anunció en el último Investors Day celebrado en Londres, entre ellos lograr un beneficio por acción de doble dígito o una rentabilidad sobre recursos propios o ROTE del 13 %.

En cuanto al dividendo correspondiente al ejercicio 2015, que tiene que ser aprobado en esta junta, Botín explicó que el pago en efectivo ascenderá a "2.268 millones de euros, casi el doble que el repartido en 2014, cuando se abonaron 1.143 millones de euros en metálico".

En total, entre efectivo y acciones, la entidad pagará con cargo a 2015 un total de 2.875 millones de euros en dividendos, una cantidad que incluye los tres pagos distribuidos de 5 céntimos cada uno (en agosto y noviembre de 2015 este último en la modalidad de scrip, y febrero de 2016).

Además, pagarán otro dividendo complementario del mismo importe, que se abonará en el mes de mayo, también con cargo a 2015.

"Vamos a destinar nuestros 6.000 millones de euros de beneficio para pagar más dividendo en efectivo, fortalecer nuestra base de capital y crecer de manera rentable".

"Muchos de nuestros competidores tienen que elegir entre crecer o repartir dividendo, y nosotros podemos hacer ambas cosas a la vez gracias a nuestro modelo de negocio y al mismo tiempo acumular capital", ha presumido Botín.

Los dividendos en acciones "pueden diluir la participación de los accionistas", mientras que recibir el pago en efectivo les permite decidir a qué quieren destinar la rentabilidad de sus acciones, ha dicho.