En medio, todavía, de la polémica a raíz del 'Caso Titiriteros' y la definición sui generis que de ese derecho hace el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, -para muestra el botón de la Ley Mordaza- en las últimas horas se ha conocido una decisión que, parece, ha pasado de puntillas en los medios de comunicación que en su momento hicieron del hecho denunciado toda una bandera de patriotismo.

A raíz de la pitada que recibió el himno en la pasada final de la Copa del Rey de 2015 por parte de aficionados del F.C. Barcelona y del Athletic de Bilbao en el Camp Nou, diversas asociaciones, políticos y medios pusieron el grito en el cielo. Aquellos hechos conllevaron una denuncia del pseudo sindicato ultra 'Manos Limpias' e, incluso, la Fiscalía considerara que podrían ser constitutivos de un delito de injurias al Rey o a los símbolos o emblemas de España.



Ahora se acaba de saber que la Audiencia Nacional no ve aquella pitada como delito y por orden del juez Fernando Andreu, se decreta el archivo de la causa. Precisamente, el magistrado toma esta decisión teniendo en cuenta que ya en 2009 se produjo un hecho muy parecido, ocurrido en el campo de Mestalla. Entonces, la Fiscalía no observó delito alguno lo que llevó al juez Santiago Pedraz a archivar el asunto. Ahora, en su argumentación, Andreu considera que los razonamientos aplicables hace 6 años, son válidos y sostiene que la pitada forma parte del ejercicio de la "libertad de expresión" que es "la piedra angular de los principios de la democracia".

Campaña política
Cabe recordar que la final se disputó el 30 de mayo de 2015, es decir, días después de las municipales. Este hecho provocó que semanas antes del partido, algunos políticos del Partido Popular tratasen de extraer rédito de algo que se sabía que se iba a producir. Así, tanto Esperanza Aguirre, como María Dolores Cospedal pidieron que se desalojasen a quienes se manifestaran en el estadio de esta manera contra el himno. A ellas se sumó la particularmente ultra Hazte Oír, que incluso inició una campaña de recogida de firmas para que se suspendiese la final si se producía la pitada.

Aguirre como Primo de Rivera
Lo más llamativo de todo aquel asunto es que dos meses antes, la otrora 'lideresa' pidió que se echara de la Copa del Rey a ambos clubes, curiosamente una medida que ya el dictador Primo de Rivera adoptó en 1925 contra el Barça por un hecho similar, cerrando el campo durante varios meses e 'invitando' a su fundador, Hans Gamper, de origen suizo, a abandonar el país.

La decisión de la Audiencia Nacional echa por tierra los fervores patrióticos de unos contra, probablemente, la mala educación de otros (los que silban el himno) que merecieron las críticas por su falta de respeto a las instituciones. Sin embargo, aquellos y estos no pueden poner freno a uno de los pilares de cualquier democracia, la libertad de expresión, por mucho que se empeñen.