Cae otra pieza del Aguirrismo
Arturo Fernández, concuñado de Esperanza Aguirre, nunca ocultó sus vinculaciones al PP. En los ambientes empresariales y políticos madrileños siempre se dio por hecho que, la entonces todopoderosa baronesa del PP, Esperanza Aguirre, le había colocado al frente de la patronal madrileña (CEIM) y posteriormente en la presidencia de la Cámara de Comercio.
Cifuentes y el mensaje anticorrupción
Cristina Cifuentes -al igual que el resto de presidentes autonómicos del PP excepto Feijóo- gobierna gracias a Ciudadanos, partido que les ha exigido medidas contra la corrupción. Cifuentes sabe que se la juega en ese terreno y hábilmente está enviando mensajes a la opinión pública de que no será tolerante con caso alguno, no en vano Púnica y Gürtel apuntan al Gobierno de Esperanza Aguirre del que ella nunca formó parte.
Arturo Fernández desmintió que hubiera recibido presiones del gobierno madrileño para dimitir, pero lo cierto es que sí recibió mensajes. La presidenta madrileña se cobra en esta jugada un beneficio doble: se quita de encima a un empresario imputado judicialmente y además a uno de los principales apoyos de Esperanza Aguirre, a la que le gustaba tener tentáculos en todas las esferas.
Tarjetas y Cantoblanco
Fernández creo el grupo hotelero Cantoblanco, que llegó a ser uno de los más importantes pasando de los restaurantes a los hoteles y también a las estaciones de servicios. Actualmente está en concurso de acreedores después de un proceso con varios escándalos, como denuncias de algunos trabajadores de que les pagaban en negro.
Fernández volvió de nuevo al ojo del huracán con el estallido del caso de las tarjetas Black de Caja Madrid, por el que finalmente está imputado en la Audiencia Nacional.
