Por sorpresa y, tan a escondidas como ha podido, el presidente de PPTVE, José Antonio Sánchez, saca del baúl de los recuerdos al periodista ultraconservador Carlos Dávila. En los pasillos de Prado del Rey, la explicación que se da a semejante movimiento es la del “pago de favores de última hora, ante la perspectiva de que a este equipo directivo le quede poco tiempo”.

'Ocultación' del programa
Un pago de favores no exento, al parecer, de cierta sensación de ‘vergüenza’ si se tiene en cuenta, como nos subrayan los trabajadores de la tele pública, que se ha buscado apartar a Dávila hasta que ha resultado inevitable, de las escasísimas promociones del programa, “El ojo clínico”, que comenzará a emitirse este próximo domingo en La 2 (el programa se ‘autodescribe’ como espacio dedicado a la “medicina, historia y debate con una pincelada de humor y una buena dosis de optimismo”).

Carlos Dávila en la catedral de 'la caverna'



La ocultación de Dávila resulta especialmente significativa si se tiene en cuenta que no sólo es el director, sino que además se ha reservado ‘cuota de pantalla’, ya que va a ser el moderador de un debate que se emitirá como una sección fija. En RTVE han negado, según Vertele, que haya “nada anormal” en la falta de promoción del programa, del que no ha llegado ni a emitirse nota de prensa, ni en la ‘asuencia’ de Dávila en esa promoción.

No hay cifras de cuánto va a cobrar
Hemos intentado conocer los detalles económicos de Dávila, en conctacto con TVE, pero nos han dicho que la desconocen ya que el programa está contratado a ‘113 producciones’. Tampoco, de momento, hemos podido conocer el costo del programa para la televisión pública.

Carlos Dávila, agresivo tertuliano ‘ultra’, conoció su apogeo de fama mientras presentaba durante el ‘aznarismo’ el programa de ‘entrevistas’, también en La 2, El tercer grado, en  sustitución de Isabel San Sebastián. Después de su paso por TVE, básicamente ha ejercido en el grupo Intereconomía. En este grupo llegó a dirigir La Gaceta, gran referente de lo que se conoció como ‘la caverna mediática’, y era un habitual de las tertulias de trinchera de Intereconomía TV, en especial en El Gato al agua.

También encontró acomodo en las cercanías de los líderes del PP. Camps le abrió la puerta de Canal Nou en Valencia, y más tarde, Cospedal mediante, había encontrado hueco como director de comunicación de Enresa.

Habitual de los juzgados
Para su desahogo verbal, participaba en las tertulias de Jiménez Losantos en Esradio.

Entre las ‘medallas’ que cuelgan de su pechera se encuentran pasos por los juzgados a requerimientos de Jaime de Marichalar, al que acusó de cocainómano, de un grupo de militantes de UPyD, a los que él, sin problemas, acusaba de lucrarse a costa del partido, o del juez Pedraz, al que llamó “cabrón” ante las cámaras de ‘El Gato al Agua’.