Día tras día, los periodistas y curiosos apostados en la Ciudad de la Justicia de Valencia ven como la mayoría de los investigados (nuevo término para denominar a los antes imputados) van a declarar y salen del juzgado con la misma etiqueta.

Miembro a miembro, el grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Valencia se han ido sentando y se sentarán ante el juez, pero hay alguien que, por su condición de aforada y gracias al gran blindaje que le ha otorgado su partido al introducirla en la Comisión Permanente de la Cámara Alta, no pasará por allí: Rita Barberá.

Aun así, para el deleite de unos y bajo el asombro de otros, este martes ha hecho presencia otra Rita, la que representa un ventrílocuo con un guiñol. Este aficionado al humor no ha dudado en conceder sendas entrevistas en las que la Rita marioneta ha aclarado que, lejos de temer consecuencias por la operación Taula, está “de cojones". “No hay nada mejor que ser política. Esto es un chollo y ahora estoy completamente contenta”, ha celebrado.



Y de dimitir y dejar su asiento en el Senado, el guiñol de Rita lo tiene muy claro, nada de nada. “¿Yo, marcharme del Senado? Nunca, vamos. Esto es un chollo, cobrar, llegar a final del mes, ir a los eventos… ¿A quién no le gustaría estar en el Senado?

A la pregunta de si sabía algo sobre la supuesta financiación ilegal del PP valenciano, la marioneta ha asegurado que “no tenía ni idea de nada”. “Aquí la gente entraba, salía y yo lo único que decía era: ‘valencians i valencianes…¡vixquen les festes de Valencia!’.


Un toque de humor dentro de esta nueva trama de corrupción en las filas populares que no sólo coincide con una nueva jornada de declaraciones que intentan esclarecer este caso, sino que se desarrolla el mismo día en el que la verdadera Rita Barberá ha preferido no acudir al Senado. Allí, le esperaban sus compañeros de partido para reunirse con Mariano Rajoy, pero ella ha considerado que “por prudencia”, mejor se quedaba en casa.