Hasta nueve partidos han pedido este viernes al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que se paralice el proceso de reapertura de la central nuclear de Garoña, en Burgos. Entre ellos, el PSOE, que ha advertido a su presidente, Fernando Marti (exsecretario de Estado de Industria con el PP), y a todos los miembros del pleno del supervisor de que el Congreso puede instar a su destitución.

"El Congreso de los Diputados, a través de la Comisión competente y por acuerdo de los tres quintos de sus miembros, podrá instar en cualquier momento al Gobierno el cese de presidente y consejeros", aseguran.

Esta ha sido la reacción de los partidos después de que el CSN decidiera aprobar una serie de informes favorables a continuar con dicho proceso de reapertura. "Le rogamos que detenga el proceso de evaluación hasta la formación de un nuevo Gobierno", han pedido al presidente del CSN el PSOE, Podemos, Ciudadanos, ERC, PNV, Bildu, IU, Compromís y Democràcia i Llibertat. O lo que es lo mismo, 225 diputados, el 64% del Congreso.

Aun así, el CSN ha seguido adelante con sus planes. Por ello, Pilar Lucio, secretaria de cambio climático del PSOE, ha acusado a Marti de esconderse tras el gobierno en funciones del PP. "Las órdenes del Ejecutivo en funciones se cumplen sin dilación y las peticiones del nuevo legislativo son totalmente ignoradas", ha denunciado.