Fotografía de archivo de un concesionario de Renault en París, Francia.

 

 


Las acciones del gigante automovilístico Renault han llegado a desplomarse hasta un 20% en la bolsa de París tras desvelarse que inspectores gubernamentales habían registrado varias sedes de la empresa. El sindicato francés más importante, la CGT, explicó que agentes de la Dirección General de la Competencia y Consumo estaban inspeccionando y buscando información en los departamentos de homologación y puesta a punto de los controles del motor, según los medios de comunicación galos, por lo que todo apunta a un caso similar al escándalo de los motores trucados de Volkswagen para falsear las emisiones reales de gases contaminantes.

No hay fraude según la compañía
La dirección de Renault se ha apresurado a asegurar que los inspectores del Gobierno han encontrado ningún fraude. Ha explicado también que los registros son consecuencia de la campaña del Gobierno francés iniciada hace tres meses cuando se desveló el escándalo de la firma automovilística alemana. Tras desvelarse el trucado de emisiones en motores Volkswagen, la ministra de Ecología, Energía y Desarrollo Sostenible, Ségolène Royal, se comprometió a realizar análisis aleatorios en vehículos diésel para comprobar que sus certificados de emisiones eran reales.

La información de Renault
La compañía automovilística ha explicado que, dentro de la campaña del gobierno, iniciada el pasado 1 de octubre, se han inspeccionado 25 automóviles Renault en proporción a su cuota de mercado, y el resultado ha sido que no se han trucado motores para rebajar aparentemente las emisiones contaminantes. La dirección de la firma que los registros efectuados por el organismo dependiente del Ministerio de Economía "tienen por objetivo validar definitivamente los primeros análisis realizados por la comisión técnica independiente", que depende del ministerio de ecología y Medioambiente.