Más de cuatro años han tenido que esperar las familias para ver cómo los organizadores de una fatídica fiesta de Halloween son juzgados por la muerte de cinco jóvenes, de sus hijas. Cuatro años de instrucción e investigaciones en las que siempre ha habido cabida para la polémica y las críticas y que terminan con el inicio del juicio del Madrid Arena este martes.

Y es que, tanto los familiares como la acusación particular no entienden algunas de las decisiones de la Fiscalía, como la se seguir asegurando que no existen pruebas para imputar al por entonces jefe de la Policía Municipal, Emilio Monteagudo, o que los 15 acusados se enfrenten como mucho a una pena de 4 años de cárcel.

#MadridArena. Una banda organizada de malhechores, pero parece ser que aquí nadie se da cuenta de que estaban organizados para delinquir. Se les juzgará como si hubiesen atropellado con su coche a un peatón”. Con estas duras palabras ha contestado el padre de Katia Esteban, una de las jóvenes fallecidas, a la Fiscalía que, este mismo lunes y cuando queda un día para que arranque el juicio, ha dado una rueda de prensa para defender su postura y sus decisiones.

Mientras que la Fiscalía habla de “una serie de hechos nucleares” que desencadenaron en la tragedia, el padre de la fallecida cree que se jugó con la vida de miles de jóvenes para hacer negocio. “Pues no señor fiscal, lo tenían estudiado, no era la primera vez que lo hacían, jugaron a la ruleta rusa apuntando a nuestros hijos”. 


En un escrito en su perfil de Facebook, Ángel María Esteban Sanz ha pedido a la Fiscalía que “no insulten a las personas que les escuchan, porque nadie les cree” y ha recordado esa cadena de “hechos nucleares” para el fiscal e “irresponsabilidades” para él. Por ello, enumera:
“Unos médicos que no tenían ni agua corriente para atender a la gente, ni desfibriladores, ni edad para trabajar. Policías que pasaron de todo permitiendo el botellón. Personas que abrieron las puertas para que entrasen todos de golpe…”

“Señor fiscal, un poco de seriedad, esto fue un atentado a nuestros jóvenes que se saldó con la vida de cinco niñas. Y organizadamente, intentaron ocultar pruebas, pero no se les acusa por eso. Al final no irán a la cárcel, las muertes les saldrán baratas, pero nuestras hijas no volverán. ¿Para esto queremos la justicia?, se pregunta.

Dedicado al que permitió que hubiese el triple de aforo
Solo unas horas antes, Ángel María Esteban Sanz, ya había hecho uso de sus redes sociales para mostrar su malestar por el curso que ha llevado el caso hasta el momento. Mediante una carta figurada, relata cómo vivió su hija la fiesta y qué sintió en el momento de su muerte. Cuenta, en voz de su hija y mediante los testimonios de protagonistas que sí consiguieron sobrevivir, que los jóvenes se dieron cuenta de que el Madrid Arena Estaba demasiado lleno y que la falta de seguridad era más que evidente.
Hola papá:

Estoy en la fiesta, en el Madrid-Arena, con las amigas de la Alameda. Lo estamos pasando genial, aunque empieza a haber mucha gente y se está haciendo agobiante.

Vamos a ir al servicio y luego nos subiremos arriba que hay menos gente. La verdad es que me acuerdo de que siempre me has dicho que tenga cuidado y que mire en donde me meto.

Yo esperaba que hubiese más policía y estuviese más controlado por el hecho de ser un recinto municipal, pero ni nos han registrado el bolso, ni pedido la documentación, por haber hay gente con bengalas y muy borrachos.

Camino del baño, mucha gente creo que ha tenido la misma idea que nosotros, pero además están entrando a tropel hacia la pista gente de la calle, papá esto se hace insoportable.

Me están apretando, aplastando, me cuesta respirar, poco a poco el dolor me va desapareciendo, ya no siento nada, creo que me voy a morir papá, cuanto te echo de menos. Le he dicho al chico que está conmigo que cuando te vea que te diga que te quiero, siento que no voy a poder cuidar de ti, como te prometí, y te vas a quedar solo. Papa te quiero.

Me han cogido unas personas y me llevan deprisa a una sala donde hay unas personas con bata blanca, me han tendido en el suelo, no siento nada, no se acercan, la oscuridad lo invade todo. Papa te quiero.

Dedicado al que permitió que hubiese el doble o triple de personas de las permitidas, a las autoridades que permitieron que las puertas de emergencia las cerrasen con las barras del bar, a los que abrieron las puertas para que entrasen en desbandada, a los que permitieron el botellón, a los políticos que no controlaron que se cumpliesen las leyes, a los médicos que no hicieron nada, a .....

Ojalá nunca os encontréis en mi situación, ni con hijos, ni con nietos... porque lo que habéis hecho no tiene perdón de Dios.