El uruguayo Eugenio Figueredo, presidente de la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) hasta mayo pasado cuando fue detenido en Suiza, involucró en una red de lavado y corrupción al secretario de la Conmebol,  Gorka Villar, hijo del presidente de la RFEF, Ángel María Villar.

Después de siete meses de prisión en Suiza, Figueredo llegó a Uruguay el pasado martes 24 poco antes del mediodía en un vuelo de Air Europa que provenía de Madrid. Estaba acompañado por tres efectivos de Interpol – Uruguay que cumplían una orden del Juzgado de Crimen Organizado después que las autoridades suizas decidieran decretar a su extradición a este país.

Inmediatamente fue trasladado a la sede judicial para ser interrogado por el fiscal Juan Gómez y la jueza Adriana De los Santos. Apenas cuatro horas bastaron para que la fiscalía solicitara su procesamiento con prisión acusado por estafa y lavado de dinero. La jueza De los Santos decretó su procesamiento y remisión a la cárcel.

Pasó la Nochebuena en Cárcel Central, complejo que funciona en dependencias de la Jefatura de Policía de Montevideo ubicada en pleno centro, y donde generalmente se aloja a delincuentes que gozan de cierto “status”.

A media mañana del día de Navidad, Figueredo, que tiene 83 años de edad, sufrió una descompensación cardíaca por lo que fue trasladado a un centro asistencial privado donde se encuentra actualmente.

La acusación contra los dirigentes
El dirigente del fútbol uruguayo había sido detenido el 27 de mayo pasado en Zurich cuando participaba de un Congreso de FIFA. Entonces ostentaba el cargo de Vicepresidente de la institución. Era en realidad uno de los ocho vicepresidentes que tenía la organización del fútbol mundial. Todos fueron detenidos en esa jornada a solicitud de la Fiscal General de los EE.UU., Loretta Lynch. Además fueron a la cárcel otros seis dirigentes del fútbol sudamericano.

La acusación iba desde cobro de comisiones, pago de sobornos, estafas contra las Asociaciones de fútbol locales y blanqueo de dinero, en una red que no dejó fuera a ningún país Centro y Sudamericano desde México a Argentina.

Involucraba casi a dos generaciones de dirigentes que habían cobrado ilegalmente decenas y en algún caso hasta un centenar de millones de dólares para asegurar los derechos de televisación del fútbol a las mismas empresas, las argentinas Full Play y Torneos & Competencias.

Abarcaba los derechos de televisación de los mundiales de fútbol Sudáfrica 2010 y Brasil 2014, mas las Copas sudamericanas  2011 y 2015; los torneos de Clubes internacionales y la próxima copa Centenario que deberá disputarse en EE.UU. durante el 2016.

El 26 de diciembre del año 2013, ocho clubes uruguayos encabezados por Peñarol, junto a la organización gremial que nuclea a los futbolistas profesionales habían presentado una denuncia penal contra la Conmebol acusándola de haberlos estafado en la distribución de los dineros obtenidos por derechos de TV.

Pero la FIFA, y en particular Eugenio Figueredo, uno de sus vicepresidentes, los amenazó con la desafiliación intemporal si no retiraban la denuncia. La amenaza tuvo efecto y todos los clubes retiraron la denuncia. Sólo continuó la gremial de futbolistas.

La denuncia de la fiscal estadounidense y posterior detención de unos 25 presidentes o ex presidentes de las asociaciones nacionales de fútbol, más representantes de varias empresas vinculadas a la televisación y venta de derechos, reavivó el caso en Uruguay.

Figueredo tiene ciudadanía estadounidense y residía gran parte de su tiempo en California donde había amasado una fortuna en propiedades inmuebles y en diferentes negocios. Pero también en Uruguay, y particularmente en el balneario de Punta del Este, había invertido en lujosas propiedades en conjunto con una de las empresas constructoras mas importante del balneario. En Montevideo había asociado a un núcleo de destacados futbolistas para la construcción de un edificio residencial y un hotel que sería filial de la cadena Hyatt.

Desde Suiza y con la intención de evitar que sus días terminaran en una cárcel estadounidense, Figueredo propuso un  acuerdo a la Fiscalía uruguaya: si reclamaban su extradición hacia este país, él colaboraba.

Entonces Juan Gómez, uno de los mas prestigiosos fiscales uruguayos, elaboró un enjundioso escrito fundamentando los hechos, los delitos cometidos, así como recordando la denuncia de los clubes que fueron los primeros en presentarla. Sobre esta base las autoridades judiciales suizas aceptaron la petición y lo enviaron extraditado. Pero, después que cumpla su condena en Uruguay, y si la biología lo permite, será extraditado a EE.UU para ser juzgado.

Se cae la trama
En sus declaraciones en el juzgado, Figueredo fue elocuente. Según consta en el dictamen fiscal una forma de ingresar el dinero de las comisiones y sobornos al país era "mediante giros efectuados directamente por la empresa Full Play al banco Santander, en muchos casos a la sucursal Punta del Este, que no eran dirigidos a su nombre, y que los representantes de la constructora  Weiss Sztryk Weiss, disponían sin otro trámite". El Fiscal Gómez sostuvo que “nunca se realizó un reporte de operación sospechosa ante el Banco Central”, como obliga la ley antilavado.

El ahora procesado y preso canalizaba su dinero en Uruguay principalmente a través de inversiones inmobiliarias "con la cooperación de la empresa Weiss Sztryk Weiss”. Otra forma diferente a la reseñada era "la realización de aportes que solo para la construcción de un hotel y la compra de un terreno contiguo se situaba en 3 millones de dólares aproximadamente, manifestando que era por sumas entre los 150.000 y 200.000 dólares, con la particularidad de que la propia contadora de la empresa constructora se negaba a introducirlas al mercado financiero, ante lo cual, uno de los integrantes de la firma se encargaba de hacerlo, obviamente sin dificultad".

Figueredo "admitió otras operaciones inmobiliarias con Weiss Sztryk Weiss tanto sobre bienes en Montevideo, como en el departamento de Maldonado, refiriendo en este último caso, a vía de ejemplo, la adquisición de dos apartamentos a los cuales se refiere de escaso valor, y la compra de un terreno, en la rambla, aportando por su participación aproximadamente de un millón de dólares, con el propósito de la construcción de un hotel, en el cual tendría un porcentaje de un 10% aproximadamente". Sin embargo la Justicia logró embargar propiedades por un total de 5 millones de dólares sólo en Punta del Este.

Según señaló el fiscal, Figueredo reconoció los manejos indebidos de dinero en la Conmebol  y dijo que "al asumir como presidente de la misma procuró legalizar las cantidades que se repartían en ejemplo sin parangón, en una red de corrupción que lamentablemente azotó al fútbol sudamericano, en impunidad que se ha mantenido por décadas". Cada mes Figueredo recibía unos 150.000 dólares, cifra compuesta por un sueldo de 40.000 dólares pagado en negro, unos 15 dólares de viáticos y el resto “por diferentes comisiones”.

En su escrito el fiscal precisa: "Figueredo afirmó que en el último período percibió 40.000 dólares mensuales en su calidad de presidente de la Conmebol, y admitió que tal retribución, que no constaba en los balances de esa institución, fue instaurada desde hacía décadas por los diferentes ejecutivos y que fue paulatinamente incrementándose, recibiendo 5.000 dólares y viáticos primero, luego 10.000 dólares, posteriormente 15.000 para, en determinado momento, situarla en 30.000 dólares sin viáticos, correspondiendo en todos los casos la mitad de esa cifra a los presidentes de las asociaciones integrantes de la Conmebol. Hoy esa retribución alcanza a los 40.000 dólares mensuales al presidente, y 20.000 dólares mensuales a cada presidente de las diversas Asociaciones", agregó.

Pero a esas cifras se debe agregar que simultáneamente "percibía  mensualmente otros 50.000 dólares de empresas vinculadas a los diversos torneos, como ser Sub-20, Sub-17, etc., a los que concurría con la finalidad de organizarlos, siendo las empresas que realizaban esos pagos indebidos T&T y Torneos y Competencias".

Además Figueredo confesó  "haber recibido importantes sumas de dinero de la empresa Full Play Group señalando, únicamente a vía de ejemplo, que recibió sumas superiores a las que dice recibieron los presidentes de las diversas Asociaciones, en el caso 400.000 dólarescada uno, por la firma de contratos de derechos de televisación, en los que participó la mencionada empresa".

Gorka Villar delatado como extorsionista, pone en jaque a su padre vicepresidente primero de UEFA
En un tramo de su sentencia el fiscal Gómez explica: “Cuando utilizamos el término de impunidad que se evidenció en las presiones admitidas que el Comité Ejecutivo de la Commebol realizó a los Clubes uruguayos firmantes de la denuncia, con verdaderos comportamientos extorsivos, se señala como autor de tal proceder a GV, (se refiere a Gorka Villar, pero las normas prohíben a las operadores judiciales dar  el nombre completo cuando son primarios o aún no han sido juzgados), designado Director General de la Conmebol en diciembre del 2014.

Agrega que “amparado por la relación con su padre, miembro de FIFA, quien lograba el respaldo de ésta a las medidas extorsivas que el indagado pone de manifiesto en su relato de los hechos, y a los que la Fiscalía, por razón de brevedad, se remite. Naturalmente tales comportamientos ameritan sean investigados”.

¿Cómo sigue?
Antes de interrogar a Figueredo la Fiscalía ya había logrado un cúmulo importantísimo de pruebas. De ahora en más, cuando el ahora detenido se reponga volverá a ser interrogado y allí el fiscal verá si tal como lo permite la “ley del arrepentido” para obtener benevolencia en la condena, Figueredo aporta mas información para ubicar toda la “ruta del dinero”, así como los nombres de otras personas vinculadas a esta red de corrupción. Que según se ve, llega hasta España.