La Audiencia Nacional admite a trámite la querella del caso Abengoa y da 24 horas a Felipe Benjumea y Manuel Sánchez Ortega para abonar una fianza de 11,5 millones y 4,5 millones de euros, respectivamente, en concepto de responsabilidad civil.

La titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 ha admitido, con el informe favorable de la Fiscalía, la querella que atribuye delitos de administración desleal a Benjumea y Sánchez Ortega y considera a este último culpable de otro de uso de información privilegiada.

La magistrada ha requerido información a la compañía andaluza sobre los pagos de 11,48 millones efectuados a Benjumea y de 4,48 millones a Sánchez Ortega; ha pedido a la CNMV que le envíe documentación sobre las operaciones de compraventa de acciones de la empresa desde el 1 de julio de 2015; y a la auditora Deloitte una copia de su último informe sobre las cuentas y resultados de la firma de energías renovables

Acuerdo para inyectar liquidez
Las entidades acreedoras de Abengoa han firmado un acuerdo de intenciones para inyectar a la empresa andaluza la liquidez que precisa de forma urgente, unos 113 millones de euros, en una operación en la que también participaría el Instituto de Crédito Oficial (ICO) con unos 20 millones de euros.

Según señalaron a Efe fuentes financieras, tras este primer paso la operación debe llevarse al comité de riesgo de cada entidad, con lo que esta inyección de liquidez -que Abengoa precisa para pagar nóminas y proveedores- podría estar ya aprobada de forma definitiva a mediados de la semana que viene.

El desbloqueo de la liquidez era el primer escollo del proceso de reestructuración de la ingeniería andaluza, iniciado el pasado 25 de noviembre con la presentación del preconcurso de acreedores.
La compañía había cifrado en 450 millones sus necesidades de liquidez para los próximos cuatro meses, de los que 100 millones se concentrarían en lo que queda de año.

Los bancos acreedores, organizados en el denominado G7 (Santander, Bankia, Popular, CaixaBank y Sabadell, junto a HSBC y Société Générale) y reacios a volver a abrir el grifo del crédito a la empresa, han trabajado estas semanas para buscar otras vías donde obtener esa liquidez así como las mejores garantías para respaldar su exposición.

Según publica hoy el diario Expansión , esta inyección de liquidez supone el primer paso para un plan de salvamento que la banca acreedora y Abengoa están diseñando y que contempla desinversiones de entre 2.500 millones y 3.000 millones y un recorte de costes de casi el 40 %, que podría suponer la reducción de hasta el 15 % de la plantilla en España.

Abengoa presentó el pasado 25 de noviembre el preconcurso de acreedores afectada por su alto endeudamiento, ya que suma más de 9.000 millones de deuda financiera y casi 5.000 millones en pagos pendientes a proveedores