En la imagen, varios concejales de Almagro y miembros de la Hermandad, junto a Artur. Foto: ELPLURAL.COM



Aviso a nuestros lectores, sean o no independentistas, militen o no en el constitucionalismo, o pertenezcan a no a la CUP: cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, pero el caso es que la Hermandad de San Antón y San Isidro, junto al Ayuntamiento socialista de la localidad ciudadrealeña de Almagro, han decidido este año bautizar a su tradicional guarro, gorrino, gocho, puerco, cochino o marrano; es decir, cerdo, con el nombre de Artur (sin connotaciones peyorativas), en clara alusión al presidente en funciones de la Generalitat catalana, aunque en honor a la verdad los hermanos y concejales del ayuntamiento encajero han añadido un par de apellidos para no herir, del todo, posibles sensibilidades. Así las cosas, el “Guarrillo de San Antón” se llama oficialmente desde ayer “Artur más o menos”.

Cebado hasta el próximo 17 de enero
Lo cierto de todo este asunto es que “Artur más o menos” lo tiene peor que Artur Mas, ya que el president, por muy mal que lo haga, por mucho que se confunda (y de esto podríamos escribir una novela), nunca correrá la suerte del “Guarrillo de San Antón”, ya que el 17 de enero el gocho será entregado al ganador del sorteo que la hermandad realiza todos los años. Estamos convencidos de que su nuevo dueño no someterá a referéndum su más que probable sacrificio y tampoco contará con la hipotética asociación lugareña “Juntos por el gorrino” para decidir si una buena parte del marrano es dedicado a morcillas y chorizos, salvando los jamones que para eso en este caso son serranos.

Un “cerdo constitucional”
Eso sí, tanto la hermandad de San Antón y San Isidro como el Ayuntamiento de Almagro aprovechan el largo “Puente de la Constitución” para presentar en sociedad al guarrillo, o más bien al guarrazo, que será sorteado el citado 17 de enero. Y lo hicieron a bombo y platillo en la incomparable plaza soportada del pueblo encajero ante cientos de turistas y vecinos que no dejaron en ningún momento de sonreír y fotografiarse con “Artur más o menos”, que ahora pesa unos 80 kilos pero que llegará a los cien. “Artur más o menos”, después de ser cebado durante un mes a razón de un kilo de pienso diario, será entregado el día del patrón de los animales a la persona que haya comprado la papeleta ganadora, de entre las 1.666 que cada año vende la hermandad. Por tan solo un euro, el poseedor de la misma puede llevarse al guarrillo 2016.

Cambios en la tradición
Guarrillo que hasta 1994 paseaba por el pueblo en plena libertad, era alimentado por todos los vecinos, jugaba con los niños y era, guardando las distancias, uno más de la familia. Tanto es así que el “Guarrillo de San Antón” dormía cada día en una casa distinta, comía en una puerta diferente y engordaba todo lo que podía y “Mas” durante esos treinta días para adquirir el peso ideal que siempre según los lugareños y la tradición debía rondar los 100 kilos de peso. Todo esto era real hasta aquel año de 1994 cuando el guarrillo desapareció y nunca jamás se supo de lo que fue del puerco, por lo que la hermandad y el Ayuntamiento decidieron acotar su libertad y cebarlo en las instalaciones de la institución.

Otros nombre relevantes
Está claro, nos hallamos ante una tradición que se repite en varias localidades de España (La Alberca, Mogarraz..) y que todas suscriben el dicho de que “a cada cerdo le llega su San Martín (noviembre/diciembre) y al de bellota su San Antón enero/febrero)”. Un dicho que es recogido, incluso, por El Quijote (II, 62). Tradición que conlleva también poner un nombre al marrano y que Almagro cumple a rajatabla año tras año relacionándolo siempre con temas de actualidad, personajes famosos o personas que han destacado durante ese tiempo por diversas circunstancias. “Corrupto”, “Gresca”, “Crisis”, “Obama”, “Belén Esteban”, “Águila Roja”… son algunos de los nombres de los últimos guarrillos sorteados en la localidad ciudadrealeña al que ahora se suma “Artur más o menos”. La tradición manda.