Escoger entre comprar o alquilar cuando suponen el mismo coste al mes depende de la situación personal de cada uno, que no es la misma para un joven que acaba de terminar sus estudios que para una pareja con trabajo estable. No obstante, en nuestro país sigue existiendo ese apego por la propiedad, frente a la opinión infundada de que alquilar es tirar el dinero. En realidad, las dos opciones tienen pros y contras que son necesarias conocer antes de elegir.

¿Por qué es mejor comprar que alquilar?
Las personas que apuestan por solicitar una hipoteca para comprar una casa encuentran 3 ventajas principales respecto al alquiler:

  • Casa en propiedad. La principal ventaja de solicitar una hipoteca es que la vivienda será de nuestra propiedad, y una vez terminado el contrato hipotecario, no tendremos que seguir pagando una renta por ella. Sin embargo, si alquilamos un piso, este no acabará siendo nuestro.



  • Seguridad y estabilidad. Tener una casa en propiedad asegura la estabilidad de tener una vivienda en un lugar fijo de forma permanente. Además las hipotecas a interés fijo nos dan la tranquilidad de que nuestra cuota será siempre la misma y no variará en función de ningún índice. El alquiler, por el contrario, no nos asegura residir en la vivienda durante un período de tiempo muy largo, ya que en principio los contratos se firman para períodos de 3 años, renovables año a año, y el propietario puede, con un mes de antelación a la finalización del contrato, acabar en cualquier momento con el alquiler.



  • La compra como inversión. A diferencia de años atrás, si compramos y vendemos un inmueble puede que no ganemos mucho dinero, pero si podemos esperar los expertos coinciden en que en el medio plazo las viviendas volverán a subir sus precios, como ya se empieza a observar sobre todo en las ciudades más grandes. Además, un inmueble en propiedad siempre sirve de garantía si en el futuro necesitamos pedir otros préstamos.


¿Por qué es mejor alquilar que hipotecarse?
En general, las personas que apuestan por el alquiler valoran más aspectos como la libertad de movimiento, la no dependencia con un banco, o en algunos casos es su mejor opción porque no disponen de ahorros suficientes como para dar la entrada de una casa. Estos son los puntos fuertes del alquiler:

  • Se exigen menos ahorros. Para alquilar una vivienda los ahorros necesarios son mucho más bajos, aunque dependerá de si alquilamos directamente a un particular o a una inmobiliaria. En el caso de alquilar a través de una inmobiliaria, normalmente nos van a exigir uno o dos meses de fianza, la mensualidad correspondiente, un mes más IVA para la inmobiliaria y gastos de formalización del contrato. Y si alquilamos directamente a un particular los gastos serán un mes o dos de fianza, más mes corriente. Sin embargo, para solicitar una hipoteca  hay que disponer aproximadamente del 35 % del valor de la vivienda, es decir 35.000 € de cada 100.000 €, para dar la entrada del préstamo.

  • Más libertad de desplazamiento. Si tenemos una casa en alquiler nuestras posibilidades de cambiar de ciudad o país por motivos laborales, son mayores, debido a que no tendremos una hipoteca que pagar.



  • El alquiler no te ata al banco, la hipoteca sí. En el caso del alquiler no adquirimos un compromiso de pago con el banco, ya que no tenemos que reintegrar una deuda. Tenemos mayor liberad para desvincularnos del contrato.



  • No suele ser necesaria la contratación de seguros. Cuando contratamos una hipoteca, los bancos nos exigen la contratación de productos como seguro de vida, seguro de hogar o incluso seguro de protección de pagos o desempleo, para disfrutar de un interés más bajo, un gasto que suele suponer entre 300 y 800 euros al mes, mientras que en el alquiler no es una práctica frecuente y, en cualquier caso, solo nos reclamarían el seguro de hogar.



  • Menos gastos. Al alquilar un piso, nos ahorraremos los gastos de apertura que incluyen las hipotecas (notaría, gestoría, registro, tasación e impuestos). También estaremos exentos de pagar comisiones, como apertura, subrogación, novación, amortización parcial y total o cancelación. Y por último, pero no menos importante,  con el alquiler normalmente no tendremos que asumir los gastos de la comunidad de vecinos.


Ambas opciones tienen puntos a favor y en contra, y en la elección de una u otra van a influir varios factores, no solo económicos. Así pues, es necesario eliminar la idea de que con la hipoteca no tiramos dinero y con el alquiler sí ya que, si lo pensamos, gran parte de lo invertido en la hipoteca es también a fondo perdido, como los intereses que se lleva el banco, la tasación, los honorarios del gestor y el notario, etc., que pueden llegar a suponer un 50 % o incluso más del valor de la vivienda.