La inmensa mayoría de los bancos españoles premia a sus hipotecados con una rebaja de interés si aceptan la vinculación propuesta, que suele incluir domiciliación de nómina y recibos, uso de tarjetas y, lo más importante y costoso para el cliente, la contratación de seguros. Esta rebaja gira alrededor de 1 punto en el diferencial (de euríbor + 2,25 % a euríbor + 1,25 %), lo que en una hipoteca media de 150.000 € a 30 años se traduce en 74 € menos al mes y 26.736 € menos en total al cabo de 30 años, es decir, una rebaja del 14 %.

Las ofertas de los principales bancos que publican esta información en su web en noviembre de 2015 han sido recopiladas por el comparador HelpMyCash.com en la siguiente tabla:

En ella se comprueba que contratar toda la vinculación, incluidos los seguros, reduce el diferencial entre 0,85 y 1,35 puntos y la TAE, entre 0,10 y 0,87 puntos. Por otra parte, vemos que los bancos con los seguros más baratos son Abanca, BanCorreos y BBVA.

¿Sale a cuenta contratar el seguro?
Al contratar el seguro, los bancos bajan la cuota, pero, obviamente, nos cobran una cuota anual por cada uno de ellos. ¿Cómo saber si sale más a cuenta pagar más por la cuota o más en seguros?

Fácil. Teniendo en cuenta que los seguros más baratos son los de la Hipoteca Mari Carmen de Abanca –141 € anuales por el seguro de vida y 179 € por el de hogar, que suman un total de 320 €–, y que al aceptarlos la cuota de una hipoteca media se reduce 74 € al mes (888 € al año), desde el comparador HelpMyCash apuntan que en el actual sistema que aplican los bancos nos sale más a cuenta aceptar la vinculación que no aceptarla, para lograr pagar, según el ejemplo, 320 € en lugar de 888 € anuales. De hecho, aun si hablamos del banco con los seguros más caros –880 € en Liberbank–, sigue saliéndonos a cuenta aceptar la vinculación (al menos hasta posibles futuras subidas de los seguros).

No solo seguros obligatorios
Obviamente, el banco no solo nos pedirá contratar dos seguros para rebajarnos 1 punto el interés, sino que también nos pedirá que domiciliemos nómina y recibos, utilicemos tarjetas para unas compras mínimas anuales y hasta contratemos un tercer seguro, en general de protección de pagos o desempleo. El hipotecado debe mirar si esta vinculación le añade más gastos anuales (por mantenimiento de la cuenta nómina, por cuota anual de las tarjetas, un seguro añadido tendrá un coste…) y comparar el total a pagar con lo que pagaría sin esta vinculación para elegir la opción que le salga más a cuenta.