Pedro Sánchez y Bertín Osborne en un fragmento de 'En la tuya o en la mía' (TVE)



El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha sido el protagonista de la última entrevista del programa de TVE En la tuya o en la mía, que presenta Bertín Osborne. Ambos evitaron hablar de política, pasando de puntillas por los principales temas de la actualidad que marcan la agenda del país. A cambio, ofrecieron a los telespectadores una charla distendida en la que el dirigente del PSOE repasó su trayectoria personal y profesional.

Las confesiones de Sánchez
Así, Sánchez recordó que ha trabajado en el extranjero, ha estado en paro y tuvo que repartir muchos currículum para lograr un empleo. "Me lo he currado", señaló con orgullo durante su charla desenfadada con el cantante.

De irse a tomar una cerveza con alguien del PP, Sánchez desveló que lo haría con Esperanza Aguirre, quien un día le confesó que tenía "las piernas muy bonitas".

Expresó también el cariño que siente hacia su esposa, Begoña Gómez, y sus hijas, Ainhoa, de 10 años, y Carlota, de 8, de quienes dijo que le daría igual si se optan por dedicarse a la política. "Si una de ellas sale del PP, no pasa nada. Eso sería en la adolescencia, luego ya la vamos corrigiendo", comentó en tono jocoso.

Acto seguido, el líder del PSOE desveló que su primera novia, una chica italiana, la tuvo con 14 años, edad a la que le gustaba bailar "break dance" y vestir de chándal. Con su fama de apuesto, Sánchez admitió que fue "muy ligón" y "un poco bala" hasta que se enamoró "perdidamente" a los 31 años de Begoña, con quien se casó tras tener a su primera hija.

Tan distendida fue la charla que el candidato a la presidencia del Gobierno explicó por qué suele llevar camisas blancas desde que se enroló en la campaña de las primarias del PSOE. “No tenía tiempo de comprarme camisas. Entones, tenía dos o tres y me tiraba varios días fuera, y mi hermano, que tiene una complexión parecida, me dio dos camisas blancas y con ellas tiré. Si hubiesen sido azules, me las habría puesto azules”, admitió.

La entrevista dejó imágenes inéditas en las campañas electorales españolas, como el candidato del PSOE charlando -con un cojín amarillo en mano- o tomando una cerveza con un personaje tan controvertido y escorado a la derecha como Bertín Osborne. “Cuando nos vean me van a criticar”, bromeó el político tras ser incapaz de activar el exprimidor con el que pretendía agasajar con un zumo a su anfitrión.

La prensa valora la entrevista
Las primeras reacciones a la entrevista no se han hecho esperar. En un duro artículo publicado por el diario El País,se afirma que “Sánchez estuvo muy suelto y ha sido la mejor entrevista que le han hecho, signifique eso lo que signifique para la prensa o para el propio Sánchez. Quizá porque le evitaron hablar de política, que a lo mejor es donde patina más”.

Por su parte, el diario El Mundo se muestra más complaciente con el líder socialista. “Se mostró cercano, risueño, limitado, cortado, persona...”, apuntan en el artículo donde celebran que “Bertín encontrase a Pedro”.