“Si pudiera rebobinar a febrero pasado, mantendría mi no inicial a presentarme como alcaldesa". Estas palabras de Manuela Carmena en el libro 'Manuela Carmena en el diván de Maruja Torres', de la editorial Planeta, que sale este martes a la venta, han generado una gran polémica. La propia alcaldesa matizaba sus palabras a través de su cuenta de Facebook reivindicando su compromiso con los madrileños:
Yo no soy una política profesional y no me gusta el clima de confrontación artificial que vivimos en la política. Acepté participar en un proyecto ciudadano que me convenció como oportunidad real para mejorar esta ciudad, y tomé la decisión sabiendo lo que podía perder. Por supuesto que a veces echo de menos el paraíso de mi jubilación, y que algunos momentos han sido duros, pero el balance es positivo: estoy muy contenta y satisfecha con el trabajo que estamos haciendo en el Ayuntamiento de Madrid y sé que vamos a hacer mucho más y mejor en los próximos tres años y medio. Muchas gracias por vuestro apoyo.

Varios medios de comunicación, entre ellos El País, habían destacado precisamente esa frase como titular de las informaciones publicadas sobre el libro y también figuraba en la nota de prensa distribuida por la editorial. A Maruja Torres, sin embargo, tal elección le parece ofensiva y ha cargado a través de su cuenta de Twitter contra los "gacetilleros" que ni siquiera se han leído el libro. En este sentido ha aclarado que cuando Carmena habló de "rebobinar" lo hizo en un momento de desánimo, coincidiendo con los ataques que sufrió por parte de la Brunete mediática a cuenta de sus vacaciones.

 

 

 

 


Malos periodistas y mala gente
Maruja Torres se hizo eco de un tuit de Rosa María Artal poniendo la información de El País como ejemplo del "vergonzoso el acoso que sufre [Carmena]", para cargar contra su antigua casa con virulencia. Y es que en la información publicada por el diario no se incluía que, a pesar de ese momento de desánimo, no tenía ninguna intención de tirar la toalla, tal y como queda claro en el libro. Este matiz, se recoge también en la nota de prensa de la editorial donde se aclara que "toda esa parte negativa no le desengaña de algo que cree necesario" . Finalmente zanja el asunto recordando que la familia Polanco ya no controla el grupo Prisa. "Con su pan se lo coman", sentencia.