El presidente de Repsol, Antonio Brufau. EFE

 

 


Repsol pisa el acelerador en el proceso de desinversiones para reducir la abultada deuda del grupo, ante la caída constante del precio del petróleo y la enorme factura que tiene que pagar por la compra de Talisman Energy, la compañía canadiense que adquirió en mayo de este año por 10.500 millones de dólares. La petrolera española ha encargado a Goldman Sachs desprenderse de sus yacimientos en Indonesia, Malasia y Vietnam. Así mismo ha encargado a KPMG el traspaso de sus concesiones para construir molinos eólicos marinos en Reino Unido. De esta forma Repsol comenzará a escuchar ofertas para apuntalar el plan estratégico presentado por la compañía para los años 2016-2020.

Más de 4.000 millones por los yacimientos asiáticos
El negocio y los yacimientos en la región Asia-Pacífico, heredado de la compra de Talisman, está valorado en más de 4.000 millones de euros. El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz ha decidido dar prioridad a la reducción de la deuda de la empresa, estimada en 14.000 millones de euros y evitar la rebaja del 'rating' al bono basura. De esta forma ha empezado a escuchar ofertas por los campos de gas y petróleo en el sudeste asiático, valorados en más de 4.000 millones de euros. Solo el proyecto conocido como Corridor, situado en Indonesia, tiene un valor de mercado próximo a los 2.000 millones.

Los parque eólicos ingleses
Aunque Repsol no confirma oficialmente la operación de venta, fuentes de la empresa señalan que el objetivo es reducir la deuda en 6.000 millones, por lo que además de vender los yacimientos en Asia también se ha encargado la venta del negocio eólico marino.  La compañía española tiene licencias para la construcción y explotación de los proyectos de molinos de viento en el mar por cerca de 1.000 megawatios de potencia instalada en el Reino Unido, pero tendría que hacer un fuerte desembolso para ponerlas en marcha, concretamente tendría que destinar más de 1.000 millones al desarrollo de las concesiones de Inch Cape y de Beatrice, un gasto que la compañía ha decidido no asumir. Por este motivo, el grupo presidido por Antonio Brufau ha encargado a KPMG la búsqueda de un comprador para estos proyectos.
El pasado verano, la española ya llegó a un acuerdo con la portuguesa EDP para intercambiar activos. Gas Natural podría ser uno de los interesados en adquirir estos activos marinos.