Intento pensar en un día de hace diez años; recreo un momento en que en mi despacho de la Audiencia Nacional, calibraba, por ejemplo, las implicaciones de una querella presentada por dos asociaciones tibetanas contra el presidente chino Jiang Zemin y  otros cuatro dirigentes  por delitos de genocidio, torturas, terrorismo y delitos de lesa humanidad; o qué posibilidades podría tener el nuevo Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero y los desafíos que le aguardaban.  Y pienso que probablemente en esos momentos, Enric  Sopena cavilaba sobre el futuro de un periódico  con vocación de ser combativo y progresista, abierto a todo tipo de opiniones, pero definitivamente dispuesto a dar voz a quienes  se la negaban.




Durante estos difíciles años ELPLURAL.COM ha logrado sobrevivir navegando contra marea en el océano de los intereses espurios, con dignidad, batallador y con la denuncia siempre en primera plana, sin arredrarse, como lo hacen las víctimas del franquismo






Corría 2005 y en mi juzgado, el número 5 de la Audiencia Nacional, tomaba una de mis últimas decisiones, el procesamiento de algunos miembros de la mesa nacional de Batasuna, antes de pasar un año sabático a EEUU. Las causas continuaron con ritmo intenso, como siempre. Con el añadido de aquellas personas que denunciaban lo ocurrido en otros países buscando una justicia que allí no conseguían. Los casos de Argentina y Chile, y, especialmente la detención de Pinochet en 1998, habían entreabierto la puerta dejando pasar un rayo de esperanza para miles de personas que reclamaban la verdad, justicia y la reparación. Moralmente la mitad del camino se recorre así.

Recuerdo también que ese mismo año llegó la querella por el asesinato de nueve  ciudadanos españoles en Ruanda, que había sufrido el genocidio, entre los años 1994 y 2000 y que causó la muerte a cuatro millones de personas, investigación que correspondió al Juez Andreu... También  tuvo lugar el juicio a Adolfo Scilingo, acusado de genocidio, terrorismo y tortura en la Escuela Mecánica de la Armada de Buenos Aires, por la fiscal Dolores Delgado, lográndose la primera sentencia con base a la aplicación del principio de Jurisdicción Universal.

Por supuesto pasaban muchas más cosas, quizás entre las positivas cabe destacar que en nuestro país parecía ya vislumbrarse el final de ETA y que algunos jueces y algunos  periodistas, entre otras personas de buena voluntad,  pensábamos en la conveniencia de facilitar el acceso a un nuevo periodo que ayudara a hacer posible ese contexto de convivencia en paz. Una situación imprescindible, que se nos negó por la sinrazón del terrorismo y que el  año anterior, en su versión yihadista había asesinado en Madrid a 193 personas, dejando casi dos mil heridos. Nos alcanzaba de lleno la amenaza de Al Qaeda que sobrevolaba el mundo desde años atrás y contra la que en la Audiencia Nacional se trabajaba ya, activamente.






El PP, en solitario, ha recortado cada vez más las libertades y los derechos ciudadanos







Intuíamos estar en la antesala de una situación difícil que se revelaría con implacable dureza en el segundo mandato del presidente Zapatero. En los siguientes años veríamos pasar una crisis mundial de características desmedidas y la acción, a partir de 2011, de un Gobierno del Partido Popular que demolería con fuerza los pilares de nuestro Estado de Bienestar, que con tanto esfuerzo habíamos construido, mientras los ciudadanos, empobrecidos y perplejos por los efectos de tan brutal acción apenas se veían capaces de reaccionar.

Ante la impunidad de un régimen despreocupado por sus administrados, fuimos viendo crecer la corrupción como una maraña extendida que iba salpicando y generando la desconfianza hacia los poderes públicos.  Los juzgados estaban desbordados por reclamaciones derivadas de la reforma laboral y por los desahucios de viviendas fruto de la inclemencia de los bancos cuyos beneficios  estaban bien garantizados por las autoridades europeas y españolas. Aquí, la prensa y la justicia fueron siguiendo caminos paralelos. Los políticos en el poder acentuaron su presión para nombrar jueces oportunos y en las empresas periodísticas los intereses económicos hicieron su trabajo de modo que con demasiada frecuencia del coro de voces informativas surgía una voz única de alabanza al Gobierno y feroz crítica a todo lo que fuera oposición.

De mi propia trayectoria no hace falta hablar mucho. Eran más y pudieron. No por ello dejé de pelear por la Justicia y los Derechos Humanos ni lo haré nunca.   De nuevo el paralelismo con ELPLURAL.COM, que pese a no recibir publicidad institucional ni subvención alguna,  pese a que en estamentos oficiales les hubiera gustado verlo desaparecer, siguió denunciando y peleando como el primero.






De mi trayectoria no hace falta hablar mucho. Eran más y pudieron. No por ello dejé de pelear por la Justicia y los Derechos Humanos ni lo haré nunca







En todos estos años nos arrebataron muchas cosas. El afán por llevarse bien con los poderosos limitó a tal punto la Jurisdicción Universal  que el PP la reformó de un plumazo –empezando por el caso del Tibet –  de modo que los jueces y fiscales que aún luchan por llevar adelante los casos que instruyen, tienen que realizar un esfuerzo titánico para mantener sus principios. Nuevas reformas de ley  adoptadas en solitario por el Partido Popular han recortado cada vez más las libertades y los derechos ciudadanos, expresión clara del temor que sienten ante sus administrados. Los próximos juicios por corrupción que preocupan al Partido Popular serán decididos por algunos jueces tan próximos a quienes están bajo sospecha que avergüenza solo el escribirlo.

Aun así la culminación de estos diez años pasa por un aspecto positivo: el despertar de una buena parte de la sociedad que no se resigna y que ha llevado a un vuelco electoral en los comicios municipales y autonómicos.  Una rebeldía que supone el grito de “ya está bien” y que auspicia un cambio –temido y por tanto anunciado como amenaza por el partido en el poder- para las inminentes elecciones. El mensaje se resume en que si bien  han intentado acabar con todas nuestras señas de identidad, de sociedad que tiene como objetivo la felicidad y el espíritu de la solidaridad, no lo van a conseguir.

Durante todos estos difíciles años, ELPLURAL.COM ha logrado sobrevivir navegando contra marea en el océano de los intereses espurios, con dignidad, batallador y con la denuncia siempre en primera plana, sin arredrarse, como lo hacen las víctimas del franquismo, oficialmente olvidadas por el Gobierno y tantos otros que creemos en que es necesario el cambio social en este país.

Hemos recorrido en común mucho camino. En momentos muy difíciles, hemos estado juntos; me ha defendido con valentía y sin cortapisas; siempre me ha guardado un hueco en sus páginas para denunciar  lo que estuviera pasando. EL PLURAL.COM me ha dado voz y creo que es el mayor regalo que se le puede hacer a un ser humano. A todos quienes lo hacen posible y a su director, a Enric Sopena,  dedico un enorme abrazo virtual y agradecido. Brindo por un futuro de exclusivas y grandes éxitos.

Baltasar Garzón Real. Magistrado juez y presidente de FIBGAR