La exasesora del Vaticano detenida este fin de semana, Francesca Chaouqui.



La Santa Sede se enfrenta a un nuevo Vatileaks, un caso de filtración de documentos que tiene de protagonistas a varios personajes que ya son viejos conocidos. Más allá de la detención del sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda, llama la atención la presunta participación de Francesca Chaouqui, quien también fue detenida este fin de semana para ser luego puesta en libertad.

Chaouqui es un bella y joven italiana de origen egipcio que fue fichada por el Papa para formar parte de la comisión de ocho técnicos encargados de revisar las cuentas del Vaticano. Era la única mujer y la única italiana dentro del grupo, pero enseguida llamó la atención por otros aspectos, sobre todo los relacionados con su historial de Twitter.

Tras su nombramiento, Chaouqui cerró su cuenta de Twitter, pero los medios italianos tuvieron tiempo de recoger varios de sus incendiarios mensajes. Aunque posiblemente sus breves escritos ya habían sido recopilados con anterioridad por el sector más conservador del Vaticano, encabezado por el exsecretario de Estado, Tarsicio Bertone, y que está enfrentado al grupo más progresista en el que se encuadraría al papa Francisco.

En aquellos mensajes, Chaouqui decía cosas como “creo en la iglesia: una, santa, católica y apostólica. Quizás alguien debería recordárselo a Bertone” y, en otro tuit publicado tras conocerse la renuncia de Benedicto XVI, aseguraba: “Ha ganado Bertone. Estaba segura de que no lo haría, pero ha tirado la toalla. Como creyente estoy simplemente decepcionada”.

En otros mensajes, Chaouqui era mucho más breve y mucho más incisiva. Lo mismo tachaba a Bertone de “corrupto”, que aseguraba “el Papa tiene leucemia”, o decía “Tremonti es gay”, en alusión al exministro de Finanzas de Berlusconi, que acabó denunciándola.

Sin embargo, uno de los mensajes filtrados de Chaouqui toma especial relevancia ahora, tras conocerse su detención. En 2012 saltó a la luz el primer Vatileaks que acabó con la detención del mayordomo del Papa, Paolo Grabriele, por haber filtrado documentos del despacho de Benedicto XVI.

De aquellas filtraciones nació el libro Su Santidad, del periodista Gianlugi Nuzzi. Él es precisamente el autor del libro Via Crucis, que está a punto de salir a la luz y que incluye los documentos de la comisión donde trabajaba Chaouqui y que han sido filtrados ahora, provocando las detenciones.

En aquel entonces, Chaouqui ya demostró en su Twitter la aprobación a las primeras filtraciones con mensajes al periodista Nuzzi: “Menos mal que existes”, le escribió. Y después añadió: “Bravo, a esto es a lo que se llama hacer buena información. Orgullosa de ti”. No hacía falta ser Sherlock Holmes para saber dónde buscar el origen de este nuevo Vatileaks.