La ascensión de Amancio Ortega al primer puesto de los millonarios del mundo según el famoso ranking de la revista Forbes ha sido efímera pero ruidosa. Breve porque apenas unas horas después una subida en las acciones de Microsoft permitían a Bill Gates recuperar el trono. Pero en España las reacciones han seguido produciendo y las redes se han dividido entre detractores y defensores del empresario. Así, en Twitter han proliferado decenas de críticas ante lo que consideran un modelo de negocio que no respeta los derechos laborales de los productores o lo que presentan como la prueba de que los supermillonarios no pagan suficientes impuestos.

También se han levantado voces para insistir en el perfil emprendedor de Ortega y defender el modelo 'vertical' de riqueza según el cuál cuando algunos acumulan mucho es positivo porque algo cae hacia abajo.