La juez de Instrucción número 9 de Madrid, Esperanza Collazos, ha archivado la causa abierta contra el expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa por la compra del City National Bank of Florida, por la que el exbanquero llegó a ingresar en prisión en dos ocasiones. "Cabe decir, categóricamente, que no hay perjuicio económico, ni para los socios, ni depositarios, ni cuentapartícipes o titulares de bienes, valores o capital que administren de Caja Madrid", subraya la magistrada en su auto, que es recurrible, descartando así que se hiciera con un sobreprecio de 450 millones.

Después de "las muchas diligencias que han sido practicadas" ordena el sobreseimiento, ya que "las actuaciones acreditan" que Blesa, su mano derecha Ildefonso Sánchez Barcoj y el exdirectivo Rafael Sánchez-Lozano no cometieron delitos societarios ni de administración desleal. Collazos ha tomado esta decisión a pesar de que el pasado junio la Audiencia Provincial de Madrid ordenase que la investigación siguiera adelante ante la necesidad de demostrar si los imputados habían generado con esta actuación "menoscabos directos, importantes y económicamente cuantificables a la sociedad española".

Con Blesa como presidente, Caja Madrid anunció en 2008 la compra del 83 % del City por 927 millones de dólares (unos 618 millones de euros en aquel momento) y posteriormente adquirió el 100 % tras aportar otros 190 millones de dólares (unos 127 millones de euros).

Para la acusación ejercida por Manos Limpias, esta operativa fue irregular porque Caja Madrid pagó el triple del valor de mercado de la entidad norteamericana y se hizo en el momento menos adecuado, además de que consideraba que se hizo de forma fraccionada para eludir el control de la Comunidad de Madrid.

Y estos fueron los argumentos que llevaron al anterior instructor del caso, Elpidio José Silva, a encarcelar en dos ocasiones a Miguel Blesa en la primavera de 2013, en una instrucción que le costó su expulsión de la carrera judicial, confirmada por el Tribunal Supremo.

Sin embargo, su sucesora cree que todas las pruebas practicadas demuestran que los administradores de Caja Madrid "actuaron dentro del límite de sus funciones", como reflejan las actas de distintas reuniones del Consejo de Administración, de la Comisión de Inversiones o del Comité de Dirección en 2008. A ello se unen las declaraciones de los funcionarios del Banco de España, autores de unos informes de 2008 y 2010 que avalaron la compra, y que declararon ante la juez que, aunque "tenía sus riesgos como operación comercial que es", era "perfectamente asumible" por Caja Madrid.

Pero no solo eso, sino que con el tiempo se ha demostrado, defiende Collazos, que la operación "tuvo resultados positivos", como se desprende de un informe del FROB, en el que aseguraba que el City recibió tres ofertas de adquisición "incluso españolas".

Bankia, que se anotó unas plusvalías de 117 millones de euros y otros 91 de aportación a beneficios con la venta de esta entidad al grupo chileno BCI, concluyó en un informe "clarificador" recogido por la instructora que el resultado final del acuerdo fue "prácticamente neutro, registrando un saldo de -2,5 millones equivalentes a los gastos de recuperación de los préstamos".

Desde el principio, Blesa defendió que la adquisición que le llevó dos veces a Soto del Real no eludió ningún control, sino que se sometió al de las autoridades competentes, tanto el supervisor en España como el estadounidense. Para el exbanquero era inconcebible que el Banco de España diera su visto bueno siendo consciente de la debilidad del proyecto, de un supuesto riesgo inasumible, o de que existiese un precio supuestamente desorbitado en relación con el valor de la entidad adquirida.