Hace diez años nacía ELPLURAL.COM. Hace diez años también se producía el primer jalón de un proceso, que se dio en llamar 'proceso de paz', que concluiría el 20 de octubre de 2011 con el anuncio de ETA del cese definitivo de su actividad armada.

En efecto, el 17 de mayo de 2005 el Congreso de los Diputados aprobaba, a iniciativa del PSOE, una resolución, inspirada en los Pactos de Ajuria Enea y Madrid, de apoyo a un proceso de diálogo para "contribuir al fin de la violencia", con respeto al "principio democrático irrenunciable de que las cuestiones políticas deben resolverse únicamente a través de los representantes legítimos de la voluntad popular", porque "la violencia no tiene precio político y la democracia española nunca aceptará el chantaje de la violencia".




Cuando llegamos al Gobierno, en 2004, ETA había asesinado ya a 817 personas






Cuando llegamos al Gobierno, en 2004, ETA había asesinado ya a 817 personas. Al amparo de la resolución parlamentaria, decidimos abrir el proceso, decidimos intentarlo. Como otros Gobiernos de España lo habían hecho antes, y con el mismo fin que ellos, para librar a la sociedad española de la peor amenaza colectiva sufrida en el período democrático, para librarla de más muertes, de más dolor, después de haberlo sufrido tanto.






"Habían transcurrido casi tres años sin víctimas y decidimos intentarlo, con respaldo parlamentario y la mayor transparencia posible."







Yo mismo anuncié públicamente, y con una cierta solemnidad, en una dependencia del Congreso, la decisión del Gobierno de iniciar el proceso. Fue el 29 de junio de 2006.

 

En mi declaración expresé el reconocimiento a los esfuerzos desplegados por los sucesivos Gobiernos de la democracia, y por todos los servidores del Estado de Derecho, para poner fin a la violencia, así como la voluntad clara de contar con todas las fuerzas políticas -con las que adquirí un compromiso de información- para lograrlo, y la de acogerme al principio esencial de que las cuestiones políticas sólo se resuelven con los representantes legítimos de la voluntad popular. Asimismo, hice un llamamiento a la sociedad vasca, a la necesidad de alcanzar en ella acuerdos para la convivencia con respeto a su pluralismo político.






"El 20 de octubre de 2011 se produjo finalmente lo que durante tanto tiempo todos estábamos esperando, el anuncio del cese definitivo de la actividad terrorista."








Concluí mi intervención manifestando el compromiso absoluto del Gobierno y el mío personal con los valores, principios y reglas de la Constitución 1978, y con la exigencia del máximo respeto y reconocimiento a la memoria, al honor y a la dignidad de las víctimas del terrorismo y de sus familias.

Aquél día dije, y no era la primera vez ni la sería última que lo hiciera, que el proceso iba a ser "largo, duro y difícil". Y lo fue hasta el punto de interrumpirse abruptamente por ETA con nuevas acciones criminales que causaron más víctimas. Pero el Gobiermo perseveró en su afán, arropado por la continua eficacia mostrada por nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad, cuyo reconocimiento quiero expresar en estas líneas una vez más, así como tambien a quien las dirigía al frente del Ministerio del Interior en la fase más compleja del proceso, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Fue el día más intenso en emociones de los que recuerdo como responsable político. Afirmé aquella tarde que la nuestra iba a ser a partir de entonces una democracia sin terrorismo pero no una democracia sin memoria. Que la memoria de las víctimas, de cada una de las 829 víctimas mortales y sus familias, y de tantos heridos que padecieron el injusto y aborrecible golpe del terror, nos habría de acompañar siempre.

La última víctima de ETA fue el gendarme francés Jean-Serge Nérin, algo que no debemos olvidar porque evoca la deuda de gratitud que la democracia española tiene contraida con la francesa, cuya colaboración fue realmente decisiva en la fase final del proceso. Y, precisamente, la última ley que se aprobó en mi etapa de gobierno fue la Ley de Reconocimiento y Protección Integral a las Víctimas del Terrorismo. Una norma que recibió el apoyo unánime de las fuerzas políticas representadas en nuestro Parlamento y que hoy constituye una referencia en la materia para otras democracias, lo cual debe ser motivo de orgullo para todos.

Fueron muchos años de violencia y de dolor y ha pasado aun poco tiempo. Quedan heridas por cicatrizar. Queda tambien un camino por recorrer para alcanzar la plena normalización de la convivencia en la sociedad vasca. Pero hay una conclusión que pudimos extraer ya definitivamente aquel 20 de octubre de 2011: si la sociedad española había sido capaz de terminar con la violencia fue sobre todo gracias a su temple y a su firmeza, guiados por la referencia segura del Estado de derecho. Una prueba dura, durísima, que pasamos como pueblo y que debería ser fuente de confianza en nosotros mismos para afrontar los nuevos desafíos que tenemos por delante.

Mi felicitación a El Plural por su décimo aniversario.

José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del Gobierno