La editorial Aluvión trata de poner las cosas más fáciles para publicar trabajos de investigación.



Para el común de los mortales, la dinámica del mérito en investigación es desconocida. Sin embargo, en estos tiempos de crisis, si ya los recortes han dejado en el esqueleto a departamentos de diferentes áreas relacionadas de una u otra manera con el I+D+i, hay otros factores que también se han visto afectados y que, a su vez, redundan de manera negativa en lo anterior. Es el caso de las publicaciones obligatorias que los investigadores deben realizar periódicamente.

No han sido pocos los que han alzado su voz para denunciar públicamente el dinero que mueven las editoriales que las gestionan. La situación por la que atraviesa la inmensa mayoría de los jóvenes investigadores españoles les aleja, aún más, por los costes que exigen esas editoriales. Si hablamos de Humanidades o Ciencias Sociales, la cosa se complica todavía más. Manuel Guedán es uno de los fundadores de Aluvión, una editorial digital que, a través de su portal, trata de ponérselo fácil a quienes en estos tiempos que corren tienen más complicado lo de publicar.

¿Por qué surge Aluvión?
Cuando termino la tesis doctoral y me planteo la necesidad de publicarla, descubro que la mayoría de editoriales del sector cobran alrededor de 7.000 euros a los autores para ello. Esto seguramente venga de un momento en que quizás el propio sistema de investigación se lo puede permitir porque había proyectos de financiación pública, porque se encontraba con relativa facilidad un trabajo con el que poder costearse dicha publicación...

Pero entonces llega la crisis
Efectivamente. Se pasa de aquello a la actualidad en que ya no hay becas, no existen casi los proyectos de investigación con financiación pública y ni siquiera aparecen los trabajos que le permitan a uno financiar ese tipo de publicaciones; en definitiva te ves metido o atrapado en una especie de círculo vicioso. Ante este bloqueo, con mi socio Nacho Trillo, que ya tenía experiencia previa como emprendedor, llegamos a la conclusión de plantear una solución a este problema siendo nosotros parte de esa solución.

¿Cuánto tiempo lleváis con Aluvión?
Trabajando en el proyecto hace poco más de un año. Al mercado salimos entre septiembre y octubre del año pasado. Ya hemos lanzado la web, recogemos manuscritos y estamos editando. Los primeros textos se publican estas semanas.

Vosotros cumplís todos los requisitos para autodefiniros como startup
Sí, es verdad, exactamente.

Pero en realidad no hacéis, no os denomináis startup ¿Por qué?
Lo cierto es que se está haciendo tal uso del término, se ha desvirtuado tanto, que pierde todo su valor. Algo similar ocurre con el emprendimiento cuando se ofrece como solución a la crisis; en realidad lo que se hace es invitar a la gente a que se pegue un tortazo casi seguro.

Manuel Guedán y Nacho Trillo, los dos fundadores de Aluvión, pusieron en marcha el proyecto hace poco más de un año.



Regresemos a Aluvión. Las publicaciones científicas, sociales o cualquiera que sea la temática, en revistas muy conocidas por todos son muy caras. Sois la alternativa
En efecto. Aluvión se centra en esto pero con una salvedad. Las publicaciones que nosotros hacemos se centran en Humanidades y Ciencias Sociales.

Y cuando habláis de Ciencias Sociales a qué os referís
Es importante que sean Humanidades y Ciencias Sociales porque es donde se funciona más con monografías, es decir, con un recorrido más largo, a diferencia de las ciencias que se centran en artículos que tienen su espacio en revistas. Nuestro primer título va a ser Una historia política del español, que ya está publicado en la Universidad de Cambrigde que nosotros traducimos al castellano. Es decir, hablamos de algo más extenso, un ensayo en el que toman parte muchas personas.

En vuestra web aludís a una serie de compromisos que llaman la atención, sobre todo si hablamos de una empresa
Pretendemos ser un servicio público y ciudadano que, de alguna manera, restituya el conocimiento y lo devuelva a ciertos cauces que tengan que ver más con el uso común ciudadano y que no esté oxidado en esos circuitos de difusión que, como decía, son elitistas porque solamente se los puede permitir determinada gente. Entonces, en la medida en que pretendemos restituir el conocimiento a quien lo está financiando porque no olvidemos que buena parte de esto se financia con dinero público a través, sobre todo, de las universidades públicas, buscamos devolvérselo a la ciudadanía y por ello tiene que estar rodeado de una serie de compromisos como la paridad de género, transparencia, impacto académico y cultural...

Y combinar lo tecnológico con lo artesanal es otro de esos compromisos
Correcto. Hasta ahora la investigación en estos campos ha vivido en muchos aspectos de espaldas a las oportunidades que brinda el entorno digital, como por ejemplo puede ser la venta por capítulos, cuando hay una obra con varios autores y solo te interesa para una investigación uno en concreto y no puedes permitirte comprar toda la colección. El formato digital sí permite adquirir por partes y esto supone un ahorro importante.

Vuestro proyecto, Aluvión, ha sido seleccionado dentro del programa de emprendimiento social Arranca de la organización británica UnLTD ¿Qué ha supuesto para vosotros?
Ha supuesto, directamente, existir. Sin ese programa no hubiésemos llegado a donde estamos o ni siquiera a estar. Nos dio formación, red de contactos con otros emprendedores que es fundamental y un capital semilla de 5.000 euros sin el que no hubiese sido posible hacer nada. Así que a nosotros, en nuestro caso, nos ayudaron y ha supuesto mucho para Aluvión.

Pero ha habido más 'apoyos'
Para ser justos he de decir que estamos en Emprendelibro, que es un programa pionero en edición digital. Nos han seleccionado y nos han dado una beca para alojarnos en su vivero, lo que supone también ayuda en formación, visibilidad, etc.

A pesar de escapar un poco del término, lo cierto es que como startup, Aluvión sigue avanzando a pesar de que solo lleva un año funcionando ¿Estáis preparando algo nuevo?
Para cuando salgan los primeros libros sí tenemos pensado un plan comunicativo de acuerdo con los autores y académicos para empezar a denunciar este problema y que sea de dominio público y no se queden las quejas en el claustro bibliotecario de los propios investigadores. Por otra parte, estamos buscando apoyo en asociaciones y entidades para que busquemos sinergias con el fin de, entre todos, ir rompiendo esas dinámicas oxidadas y evitar tabúes que tanto perjudican.