Que en Cataluña las cosas están más enrocadas que nunca lo ratifican día a día cada uno de los protagonistas de su clase política. Ahora, sobre el tablero, están las fichas salidas de las elecciones del pasado 27 de septiembre, es decir, las negociaciones que han de conducir o no a un acuerdo entre los integrantes de Junts pel Sí (CDC y ERC) y la CUP.

Estos últimos decían una cosa para después asegurar otra hasta esta semana, cuando han decidido utilizar sus piezas con el objetivo de la república catalana al fondo. En concreto, a través de uno de sus representantes, Josep Manuel Busqueta, la CUP anunció, sin decir si apoyarán la investidura de Mas, que es necesario que se den “pasos irreversibles” de ruptura con España. Sería algo así como las exigencias para respaldar el proceso de Junts pel Sí.

No lo estropee la CUP
Este mediodía, la respuesta a esa proposición le llegó a través del propio Artur Mas, el que se supone que será de nuevo president, aunque hasta hace unos días se daba por hecho el no apoyo de la CUP, formación que tampoco ha dicho nada diferente al respecto.

En primer lugar, Mas mostró convencido de que al final se llegará a acuerdos, con lo que se daría un paso fundamental para el propósito que persiguen los independentistas. Lo aseguró en un marco propicio, en el Consejo Nacional de Convergència, en el que ha mandado el tema de la indefinición en la que se encuentra ahora mismo el 'tema catalán'.

No obstante, por si acaso ese deseo no se cumple, quiso lanzar un mensaje claro a la CUP. De este modo, tras hacer varias referencias al número de diputados logrados por JpS y la diferencia con la CUP, llegó a preguntarse si es factible que con 10 parlamentarios tenga la capacidad de establecer las reglas del juego. Este apartado Mas lo concluyó indicando que “lo que hemos logrado muchos, que no lo estropeen unos pocos”, en referencia a las diferencias de votos y apoyos recabados por su formación y la CUP.

Saldremos de esta”
Como si estuviera parafraseando al que fuera presidente del F.C. Barcelona, Joan Laporta, que en una asamblea de socio soltó aquello de “... que no estamos tan mal”, Artur Mas lanzó ante un auditorio entregado un “os quiero tranquilizar porque también saldremos de esta”, quizás por otras dificultades anteriores por las que ha atravesado su partido o porque sus apoyos van descendiendo a medida que se suceden citas con las urnas.

Como era de esperar, no hizo alusión alguna a esa invitación de la CUP a la desobediencia civil e institucional, que muchos observan como un requisito previo para dar el visto bueno a la reelección de Mas como president.

Cínicos
Aprovecho la coyuntura de hablar a los suyos para referirse a la realidad que supuso la pérdida de las elecciones del 27S por parte de los secesionistas (51% frente al 48% de JpS y CUP). Mas llamó cínicos a quienes han concluido que los independentistas no ganaron los comicios al incluir en la parte no soberanista a los integrantes de Sí que es Pot que apoyan la independencia e, incluso, “al voto en blanco”, todo entre aplausos y gritos de “independencia”.

También al 20D
El president tampoco dejó pasar la oportunidad de hablar de la importancia que para Cataluña y su formación tendrán las próximas elecciones generales del 20 de diciembre. No obstante, Artur Mas en momento alguno aludió a la posibilidad de repetir una candidatura conjunta de cara a obtener representación en el Congreso de los Diputados al estilo de Junts pel Sí.