El presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, presidente de la Comisión Mixta para el Control Parlamentario de la Corporación RTVE y sus sociedades, durante su comprecencia hoy ante dicha comisión. EFE

 

 


Si no te gustan las decisiones judiciales, cambias la ley. Si no te gustan tus datos de audiencia, te sales de la medición. La doctrina del Partido Popular en el Congreso se contagia a su filial mediática, RTVE, que ya tiene permiso de los populares para que el EGM les deje de sacar los colores con sus pésimos resultados en RNE. Una decisión que ha provocado el malestar del Consejo de Informativos, que acusa al ente de intentar "esconder, tras  argumentos económicos o de errores de medición, los malos resultados de audiencia  ligados a la imagen de politización".

La vida es una noria, donde se repite la misma historia. En el año 2003, bajo el control del Gobierno de Aznar, la Presidencia de RTVE fue ocupada por José Antonio Sánchez; igual que ocurre ahora bajo el mandato de Rajoy. Entonces, una de sus primeras decisiones fue sacar a RNE del EGM y ahora, tras mucho insistir, ha conseguido el visto bueno de los parlamentarios del PP para volver a salirse de la audición radiofónica más reputada de España.

La retirada es igual de sospechosa que entonces, tal y como recuerda el Consejo de Informativos: "Las dos veces que se ha planteado sacar a RNE del EGM, coinciden con dos importantes bajadas de audiencia ligadas a la imagen de politización. Y con el mismo  presidente,  José  Antonio  Sánchez".

"En 2003 decidió la salida de RNE del EGM tras pasar de los 2.299.000 oyentes que había en el año 2000 a 1.834.000 (465.000  menos). Y, en esta ocasión, la salida se plantea cuando se ha pasado de 1.943.000 oyentes, que  había antes de que el gobierno derogase la ley de consenso, a  1.308.000 que hay en la actualidad (635.000 menos)", puntualiza el Consejo en un comunicado.

Desde este órgano, que vela por la imparcialidad y la profesionalidad de los servicios informativos, señalan que "el EGM realiza una media de 30.000 encuestas anuales, 10.000 por oleada. Es  decir,  cinco veces más que algunos sondeos de cuya credibilidad nadie  duda". Y sobre el precio, uno de los argumentos de Sánchez para retirarse, subrayan que "cuesta, de media, menos de 90.000 euros al año.Sin negar que  el  sistema sea mejorable en algunos aspectos, actualmente es el único que hay y, por tanto, es el que nos permite conocer, al menos, la tendencia de cómo va nuestra emisora y cómo la reciben los ciudadanos que la pagan con sus impuestos".