Ni una vez. Ni una sola vez, Mariano Rajoy ha pisado un edificio oficial del Gobierno catalán. Fuera para verse con Mas, o en el Parlament para dirigirse a la Cámara. Rajoy no ha ido nunca a Cataluña durante toda la legislatura, a pesar de que esta crisis será uno de los temas que se recordará de su mandato, para hacerse escuchar, para intentar dialogar con las fuerzas políticas nacionalistas.

Treinta viajes a Cataluña.., ni uno para hablar con 'los otros'
Su agenda oficial lo deja claro. El presidente ha encontrado tiempo para ir a muchos mítines de su partido en Cataluña. Ha encontrado tiempo para ir a muchos actos con empresarios. Incluso ha encontrado tiempo para ir a una boda... Pero nunca ha encontrado tiempo para explicar sus ideas a los políticos catalanes. Mucho menos, claro, para hacerlo con los nacionalistas.

 



Las cifras concretas son estas: en 2012, Rajoy viajó seis veces a Cataluña. Cinco veces lo hizo en 2013. Cuatro en 2014. Y 15 más este año, que ha venido tan preñado de elecciones. En total 30 viajes del Presidente, de los que 17 han tenido como objeto participar en actos de su partido; 7 en actos empresariales; 5 en actos institucionales..., e incluso, como decíamos, incluso uno para asistir a una boda: la de la hija del Presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara, en 2013.

Los encuentros con Mas..., siempre en Moncloa y en secreto
Todo esto, a pesar de que la crisis con Cataluña se planteó ya en los primeros días de la legislatura. El 1 de febrero, Rajoy recibió a Artur Mas en la Moncloa. Una reunión que se sabía tan complicada como que se mantuvo en secreto durante un mes, hasta que se filtró a la opinión pública. El principio de la consagración de una crisis que no impidió que Rajoy y Mas se vieran de nuevo en septiembre de ese mismo año y en marzo del año siguiente, 2013, que también se conoció con posterioridad.

Siempre, como apuntamos, en Moncloa. Ni un gesto de Rajoy que pudiera haber utilizado como señal de acercamiento... Cuando el presidente y el president se han encontrado en Cataluña ha sido tan sólo en actos oficiales, como la inauguración del tramo del AVE que unía Barcelona con Figueras.

El PP catalán, mimado...
Mientras, Rajoy, participó en cuatro mítines en las elecciones al Parlament en 2012. Año en el que también acudió a clausurar una Unión Intermunicipal de su partido. En 2014, para las elecciones europeas, volvió Rajoy para participar en un nuevo mitin y un acto de su partido. Y en 2015, como decíamos, su año más 'catalán', el presidente acudió a clausurar un acto sobre reforma fiscal organizado por el PP en Barcelona; al Comité de Dirección de los 'populares' catalanes ya en julio pasado; a la clausura de la Escuela de Verano del PP en Lloret de Mar y el pasado día 13 al mítin en Lleida. Aún se espera que antes del 27S acuda a dos actos en Barcelona, otro en Girona y uno más en Tarragona.

PP, PP, PP..., ese es el motivo que principalmente ha llevado, por tanto, a Rajoy a Cataluña. Entre los suyos, donde sólo parece encontrarse cómodo, evitando el diálogo con los contrarios. PP.., y empresarios.

...Y los empresarios también
Porque también cada año desde que preside el Gobierno, religiosamente Rajoy ha acudido primavera tras primavera a clausurar la reunión del Círculo de Economía en Sitges. Igual que no encontró problema en ir a clausurar la Asamblea de la Asociación de Marcas en 2014, o este año a almorzar con los directivos de las empresas automovilísticas antes de inaugurar el Salón del Automóvil. Un sector que le ha llevado otra vez a Martorell este mismo mes de septiembre, cuando acudió a las instalaciones de SEAT.

En resumen, 30 visitas de Rajoy a Cataluña..., ni una dedicada a demostrar que quería escuchar, o hacerse oír con los catalanes, sobre la crisis del independentismo.