El fabricante nipón de electrónica Toshiba registró unas pérdidas netas de 37.800 millones de yenes (284,1 millones de euros) en el año fiscal 2014, según los resultados revisados publicados hoy tras el escándalo contable. El beneficio operativo de Toshiba retrocedió el 33,7 por ciento con respecto a 2013 hasta los 170.400 millones de yenes (1.281 millones de euros/1.431 millones de dólares), y sus ventas fueron de 6,66 billones de yenes (50.078 millones de euros/55.930 millones de dólares), un incremento del 2,6 por ciento, según informa la agencia EFE.

Escándalo contable
Toshiba publicó este lunes, tras varias retrasos, los datos revisados de sus resultados durante el ejercicio 2014 después del escándalo contable en el que se ha visto envuelta tras llevar a cabo una manipulación multimillonaria de sus cuentas desde 2008. La compañía pidió disculpas por el retraso en un comunicado en el que atribuyó la demora a la tardanza de la investigación, y se comprometió a hacer cuanto esté en su mano para publicar antes los próximos resultados.


Antes de que se desvelara el escándalo, Toshiba había calculado un beneficio neto de 120.000 millones de yenes (860 millones de euros/960 millones de dólares) para el ejercicio 2014. Toshiba se verá obligada a revisar también sus resultados de los años fiscales entre 2008 y 2013, en los que la cúpula de la compañía manipuló sus cuentas de forma «sistemática», según la investigación de un grupo de expertos independientes.


Los expertos concluyeron el pasado mes de julio que la empresa llegó a inflar el beneficio operativo en 151.800 millones de yenes (1.221 millones de dólares/1.125 millones de euros) desde 2008 a 2014. Los responsables de la investigación detectaron irregularidades contables en diversas áreas de negocio como la construcción de proyectos de infraestructuras, semiconductores y ordenadores personales.




La multinacional anunció, además, que convocará una junta de accionistas el día 30 de septiembre para explicar los resultados revisados, así como para designar a los ejecutivos que reemplazarán a la cúpula directiva tras la ola de dimisiones del mes de julio.