El otro día, en una charla con amigos sobre nuevas tecnologías, saltó a la palestra los precios de los productos que pone a la venta Apple, en concreto los iPhone, y cuánto le queda a la empresa de Cupertino de beneficio tras descontar el coste de producción de los smartphones (teniendo en cuenta todo: fabricación, impuestos, márketing, etc). Algunos de los participantes en tan peculiar y recurrente parlamento ponían el grito en el cielo a la hora de hacer la comparativa, seguramente indocumentada, entre lo que cuesta fabricar un iPhone y lo que se le cobra al cliente tras incorporar el símbolo de la manzana mordida.


En un momento de la conversación, uno de los tertulianos indicó que seguramente esto último sea real, pero que no lo es menos que la calidad de los productos Apple está fuera de toda duda, concluyendo que ese margen de beneficio no es tan grande como se piensa.

Tal vez tiene razón... en casi todo. No obstante, algunas de las cifras que cada trimestre y año hace públicas la multinacional, ponen en entredicho en parte dicha afirmación. Pero para no caer en el análisis de las mismas, que pueden llegar a ser muy aburridas y del mismo se encargaría mejor un economista, basta recordar un dato que se conoció poco después de que saliera al mercado uno de los productos estrella de este año de Apple: su reloj inteligente.

Caro... para el público
Según los precios que aparecen en su tienda virtual en España, el modelo más barato de Apple Watch, el Sport, parte de los 419 euros de precio de venta al público. Si desde un primer momento a muchos les pareció un coste de partida demasiado elevado, al ver los detalles de esta información pueden subir un peldaño el tono de sus quejas.

Según se desprende de un estudio realizado por la consultora y empresa de análisis IHS hace unos meses, la versión más 'barata' del mencionado wearable deportivo no le cuesta a la compañía más de 84 dólares (77 euros).

Precisamente, IHS llama la atención sobre el hecho de que este producto es el que presenta una mayor diferencia coste de producción/PVP de la marca.

Partes más 'caras'
Echando un vistazo al mencionado estudio, entre los elementos más caros del Apple Watch Sport se encuentran el procesador, con un precio aproximado de 10 dólares, y el display, de 21 dólares.

Es decir, que tal y como revela la citada consultora, el reloj inteligente de la manzana en su versión deportiva presenta un coste de producción que supone un porcentaje del 24% con respecto a su precio americano (349 dólares). Si en España, su PVP en la web hispana de la marca es de 419 euros, entonces ese porcentaje baja aún más.

La razón del amigo
Es siempre recurrente la polémica entre Apple y el resto de marcas. Los primeros, que en cuanto lo prueban en un 99% de casos se vuelven appleadictos, acusan a los segundos de 'querer y no poder'. Lo que está fuera de toda duda es que la marca estadounidense sigue siendo de las más importantes y valiosas del planeta, y año tras año (ya se prepara ahora el iPhone 6 S que podrá reservarse a partir del 11 de septiembre) saca al mercado nuevos productos que son sinónimo de éxito.

A la hora de hacer una valoración de coste de producción del Apple Watch Sport, según lo señalado por IHS, hay que aclarar que, por un lado, los relojes de otras compañías manejarán cifras muy parecidas; por otro, estas no significan que el producto de la manzana sea de mala calidad, ni mucho menos. Precisamente, una de las claves de su éxito tiene que ver con los estándares de sus productos. Además, los datos se refieren a los materiales, sin tener en cuenta otros factores como patentes, márketing, etc, que también tienen su precio.

Por cierto ¿Quién de mis amigos se lleva el gato al agua? ¿El que dice que no hay tanto margen de beneficio? Al hilo del análisis del Apple Watch se ha sabido que la media de lo que supone el coste de producción con respecto al precio de venta de los gadgets de la multinacional van del 30 al 38%. Y ahora, a hacer una resta y a extraer conclusiones.