La reforma del Tribunal Constitucional en el Congreso es posiblemente uno de los movimientos más estudiados que han hecho el Gobierno y el PP en la legislatura. Incluido, desde luego, el momento de su presentación en el Parlamento. No sólo por el efecto que ha causado, a sólo quince días de iniciarse la campaña para las catalanas. Sino también para facilitar su aprobación 'a la carrera', utilizando la vía exprés.

Una puesta en escena para pedir el voto
Como se recordará, la presentación de la proposición de ley en la Cámara se realizó el pasado martes. Con una escenografía que demostraba lo poco improvisado del hecho: Xavier García Albiol, el candidato del PP en las catalanas y que no es diputado, en medio de la foto, con una corte de palmeros, estos sí, diputados 'populares' incluido el portavoz Rafael Hernando, en comitiva tras él.

El candidato 'popular' a la presidencia de la Generalitat, García Albiol, escoltado por el grupo de diputados 'populares', incluido el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, y el portavoz adjunto y candidato también a las catalanas, Antonio Gallego poco antes de presentar la proposoción de reforma del Constitucional. EFE



Pero esto fue lo que se vio. El efecto. Lo importante, lo que se iniciaba a partir de ese instante, todo indica que estaba igualmente preparado..., desde hacía tiempo. O eso ha sospechado la oposición como se va a ver.

El reglamento de la Cámara, convenientemente torturado
Esta semana no estaba prevista reunión de la mesa del Congreso, en la que están representados los grupos con más representación y debate y donde se decide el orden de las sesiones. Por tanto, la propuesta del PP debería haber sido postpuesta hasta que la mesa se reuniera la semana próxima. Lo que hubiera permitido su debate.

Sin embargo, no se hizo así. Echando mano de un artículo del reglamento pensado para casos de urgencia y excepcionales, Jesús Posada.., a quien en el Congreso en su propio grupo se conoce cariñosamente como 'el abuelo', completó la operación diseñada en Moncloa y calificó (aprobó) la proposición para que entrara a trámite sólo consigo mismo, robando el debate a los demás miembros de la mesa. Además, la forma en la que se ha presentado la propuesta del Grupo Parlamentario Popular, y que ha admitido Posada, permite que el trámite de la propuesta sea 'express', de una sola lectura y votación en un pleno.

Con la maleta para ir a Cuba por medio
¿Cuál era la razón para que no se realizara la reunión de la mesa? Esta semana no había plenos ni sesiones de control al Gobierno. Pero además, buena parte de sus integrantes estaban este martes preparando las maletas para irse a Cuba, en viaje oficial, invitados por la Asamblea de la isla. Una delegación encabezada por el propio Posada.

La sospecha de los grupos de la oposición es que todo estaba, como decimos, cuidadosamente preparado. Que el Gobierno (léase Rajoy y su vicepresidenta, Sáenz de Santamaría, y su jefe de Gabinete y de todo, Jorge Moragas) eligió este momento, conocedores de la oposición que la medida iba a encontrar, para presentarla pillando a contrapié a los demás grupos parlamentarios.

Informe de los letrados del Congreso a la carrera
Todo esta estratagema ha supuesto retorcer el reglamento del Congreso de forma tan evidente, que no sólo el resto de los grupos (excepto Esquerra y Amaiur) enviaron a Posada un recurso de reconsideración contra su decisión, sino que el propio presidente del Congreso, en su contestación, rechazando el recurso, ha mostrado las dudas que albergaba sobre su actuación y desvelaba que tenido que consultó a los letrados de la Cámara sobre la legalidad de su actuación.

El escrito de los letrados apoyando la decisión de Posada, dicen los grupos de la oposición, ha sido tomada a la carrera y con un escrito 'ad hoc' para la ocasión. Resultado, se ha preparado un nuevo recurso, este a la Mesa del Congreso, para que se paralice la tramitación exprés de la reforma del Constitucional.

Posada y Rajoy en el Congreso de los Diputados... Presidentes los dos, pero uno más que otro. EFE



Juego de trileros
Lo cierto es que sólo la seguridad de que contarían con la complicidad de Posada ha permitido a Rajoy (y los demás que han diseñado esta estrategia) jugársela y realizar un doble juego de trileo. Por un lado, presentar en último momento una resolución que ya tenían preparada desde hace tiempo según todos los indicios, pero que querían presentar, por su efecto electoralista, lo más cerca posible al inicio de la campaña de Cataluña, pero también a tiempo de que fuera aprobada en esta legislatura.

Por otro, que la ley se presentara como proposición, y no como proyecto, lo que hubiera sido más acorde a la reglamentación, pero que hubiera exigido un informe del Consejo de Estado, lo que no sólo la hubiera sacado de plazo, sino que, según los expertos, y como apuntamos en ELPLURAL.COM este jueves, hubiera muy posiblemente la ley habría sido rechazada tal y como está prevista.

Hoy por tí, mañana por mi
Una legislatura, recordamos, que tiene que acabar en torno al 20 de octubre dado que el próximo 20 de diciembre, según ha dicho Rajoy este mismo jueves, serían las elecciones generales. Y el calendario para aprobar, incluso en su versión exprés, la propuesta de ley exige unos plazos que, de presentarse una semana más tarde, hubieran hecho imposible su pase.

En fin, ha sido éste un último favor del 'abuelo' Posada a Rajoy, quien le ha dado un último cargo político tan lucido como ha sido la presidencia del Congreso, y a quien, de ganar las elecciones, podría aún dar un lugar donde jubilarse más cómodo e incluso mejor remunerado.