Rajoy intenta impedir la guerra interna en el PP castellano-manchego para sustituir a Cospedal

En Génova no han acabado de digerir la derrota de su secretaria general en Castilla-La Mancha, donde en las elecciones del  pasado mes de mayo se dejó diez puntos y la estratégica presidencia de la comunidad, ahora en manos del socialista Emiliano García-Page, aunque no es menos cierto que el resultado electoral en la región fue uno de los “mejores” obtenidos por el PP en España, solo superado por Juan Vicente Herrera en Castilla y León y por Pedro Sanz en La Rioja, aunque este último tuvo que renunciar a la presidencia por presiones de Ciudadanos. Sin embargo, de nada le sirvió a María Dolores Cospedal lograr ese tercer mejor pódium (37,51% de los votos; Cristina Cifuentes gobierna Madrid con el 33,10%), cuando apenas transcurridos veinte días de los comicios de mayo el presidente del Gobierno y del partido, Mariano Rajoy, decidía tomar las riendas del Partido Popular y estar más presente en la vida diaria y en sus comités de dirección, mermando considerablemente el poder de Cospedal y condenándola al ostracismo con el nombramiento de una nueva generación de cuatro nuevos vicesecretarios. Ahora, ha llegado el momento también de buscarle un sustituto en Castilla-La Mancha. Y es aquí donde Rajoy tiene un serio problema.

Posible candidata del PP por Toledo o Albacete
Y no tanto para sustituir a Cospedal al frente del partido en la comunidad, sino de encontrar a la persona que lleve las riendas del partido en Castilla-La Mancha, donde todos dan por hecho que María Dolores Cospedal se “marchará a Madrid a partir de noviembre”, reconoce a ELPLURAL.COM un destacado dirigente “popular” castellano-manchego. En este sentido, los mentideros políticos sitúan a la actual presidenta del PP regional como cabeza de cartel por Toledo en las elecciones de noviembre o diciembre, aunque también hay otras fuentes que la otorgan el mismo protagonismo, pero por Albacete, tierra con la que mantiene lazos familiares. “Dolores no se quedará aquí porque en Toledo poco o nada puede hacer durante los próximos cuatro años, sin sueldo y siendo centro de las críticas del PSOE y Podemos sobre su gestión al frente del Gobierno regional”, concretan las mismas fuentes, al mismo tiempo que nos recuerdan los paralelismos existentes entre Cospedal y su antecesor en el cargo, el socialista José María Barreda. El PSOE sabía que Barreda no podía estar ni un minuto más en el cargo y optaron por la salida más lógica, diputado nacional por Ciudad Real, abandonando también la secretaría general del partido en favor de Emiliano García-Page.

Un nuevo líder para CLM
Sin embargo la situación del PSOE de 2011 y la actual del PP no se parecen en nada, o en casi nada, ya que los socialistas tenían un sucesor natural, alguien a quien apoyaban todos los líderes territoriales de Castilla-La Mancha y un peso pesado a nivel nacional dentro del partido, además de alcalde de la emblemática ciudad de Toledo. ¿Quién tiene el Partido Popular en la región con estas características? Esta es la pregunta que se hacen a diario los distintos dirigentes del partido de la gaviota en la comunidad que gobernaron durante los últimos cuatro años. Y la respuesta es clara y contundente: “No tenemos a nadie con la suficiente enjundia, capaz de aglutinar a todas las familias y que transmita fuerza y alegría al partido, hoy por hoy, sumido en la desesperación y, en cierto modo, a la desbandada”, concretan.

Vicente Tirado el recambio que nadie quiere
Lo suyo sería que el secretario general del PP castellano-manchego y hasta hace un mes presidente de las Cortes regionales, Vicente Tirado, mano derecha de Cospedal y que ha mantenido despacho abierto en la sede nacional de Génova como secretario ejecutivo y otrora miembro responsable del equipo encargado de perder las elecciones autonómicas y municipales, con Carlos Floriano a la cabeza (quien ha pagado ya por ello), fuera el encargado de coger el testigo dejado por Cospedal. Pero este “cambio de cromos”, nos dicen, se antoja difícil ya que Tirado carece de autoridad suficiente como “para mantener unido al partido, y no podemos olvidar que es uno de los responsables del desastre electoral en Castilla-La Mancha, donde hemos perdido ciudades como Ciudad Real, o localidades como Tarancón, Tomelloso, Socuéllamos, Alcázar de San Juan o Villarrobledo, además de las diputaciones de Toledo y Albacete y la presidencia de la comunidad, y alguien que es responsable de este desaguisado no puede llevar las riendas del PP”, sentencian las fuentes consultadas por este periódico.

Se busca dirigente, razón: Génova 13
Sea como sea, el caso es que el PP en Castilla-La Mancha se encuentra aletargado, paralizado por falta de recambio al negarse siempre Cospedal a tener barones provinciales que le pudieran hacer sombra a nivel regional, y ahora llegado el momento Mariano Rajoy tiene una difícil papeleta para encontrar al sustituto de Cospedal, ya que el presidente del partido descarta enviar a un “paracaidista”, como así lo hizo con María Dolores Cospedal en junio de 2006, y prefiere buscar en la asolada cantera castellano-manchega un relevo joven, que disponga de tiempo suficiente para darse a conocer y que pueda volver a competir por la presidencia de Castilla-La Mancha en 2019. De ahí que también queden descartados el ex delegado del Gobierno en la comunidad y cabeza de cartel de Toledo, Jesús Labrador, o el presidente de la Diputación de Cuenca, Benjamín Prieto, carente de empatía y de perfil muy bajo, entre otros. Así las cosas, solo puede mirar entre los jóvenes que cuenten con escaño en el parlamentario regional, lo que reduce, y de qué forma, las opciones de elección, puesto que con este perfil solo se encuentran en el Parlamento castellano-manchego los diputados por Toledo Claudia Alonso y Carlos Velázquez (el nombre del alcalde de Seseña aparece en la investigación de la trama corrupta Púnica), o el alcarreño Lorenzo Robisco. Y poco más.