María Dolores de Cospedal y José Manuel Soria en los terrenos donde supuestamente se construirá el basurero nuclear.



¿Qué le ha hecho Castilla-La Mancha al ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, para que su departamento haga lo contrario de lo que piden los castellano-manchegos? ¿A quién obedece el ministro con menos empatía (junto al cesado Wert) del Gobierno de Rajoy a la hora de ejecutar el despido de 300 trabajadores de Elcogás y el cierre de esta factoría en Puertollano (Ciudad Real), al mismo tiempo que acelera la construcción del basurero nuclear que sólo reivindica el PP y el empresario/alcalde del mismo partido de Villar de Cañas y que, sin embargo, cuenta con la oposición del Gobierno del socialista Emiliano García-Page, además de con un centenar largo de ayuntamientos y otras tantas asociaciones civiles? ¿A caso el ministro peor valorado del achicharrado Ejecutivo monclovita hace suya la rabieta personal de María Dolores Cospedal y se convierte en brazo ejecutor de la venganza de la secretaria general del PP contra la comunidad que desde el mismo día de su toma de posesión en 2011 comenzó a distanciarse de ella por su falta de cercanía, como lo prueba que siempre fuera rodeada por una veintena de guardias civiles en sus desplazamientos por tierras de Don Quijote? Son algunas preguntas que a diario se hacen desde distintos frentes políticos y sindicales de la región a la que el ministro Soria pretende asfixiar en el poco tiempo que le queda al frente de este departamento.

“Puñalada trapera” y “venganza política”
Preguntas que desde el Ejecutivo de García-Page han obtenido respuestas e indignación. Tanto es así, que el portavoz del Gobierno de Fuensalida (sede toledana de la Administración castellano-manchega), Ignacio  Hernando, tachaba de “puñalada trapera” la decisión de José Manuel Soria de dar cerrojazo a Elcogás y dejar en la calle a 300 trabajadores y a sus respectivas familias, al mismo tiempo que ponía sobre la mesa la teoría de una “venganza política” de la expresidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, que, según el socialista, habría influido en la decisión de Industria. Y todo porque Ciudad Real la dio la espalda en las pasadas elecciones autonómicas, como no podía ser de otra forma, mientras que los cálculos electorales en otras circunscripciones no arrojaron el resultado esperado tras el “pucherazo electoral” llevado a cabo por el PP con la complicidad del Grupo Popular en el Congreso, que no impidió la pérdida de la Comunidad.

El plantón de Soria a García-Page
Y es que de otra forma no se entiende que el ministro Soria cancelara la reunión acordada el pasado 22 de julio con el presidente castellano-manchego Emiliano García-Page, que desde el mismo día de su toma de posesión expresó su prioridad sobre el mantenimiento de Elcogás. Soria, atendiendo no se sabe muy bien qué instrucciones, pero todo apunta a la influencia de Cospedal, canceló un día antes dicha reunión aludiendo a la “apretada” agenda de los principales directivos de su departamento. Sin embargo, el polémico ministro, declarado ya persona non grata en numerosas localidades de España por su política de tierra quemada,  no pudo engañar a nadie con esta disculpa, ya que en boca de todos estaba que la fecha límite para decidir el cierre de Elcogás era el 1 de agosto. ¿Será por eso por lo que Soria ha citado a Page para los primeros días de septiembre, una vez concluya sus vacaciones en Punta Cana desde donde ha adoptado alguna de estas traumáticas y preocupantes decisiones?

Cañete apoya el mantenimiento de Elcogás
Si a todo esto le añadimos que Europa no ve con malos ojos a Elcogás, una factoría referente para toda la industria europea en captura, almacenamiento y tratamiento de CO2, y mucho menos que el ministro esté “dispuesto a echar por el cubo de la basura los millones de euros que se ha invertido en I+D+i”, según denuncia el eurodiputado socialista, Sergio Gutiérrez, entonces, los argumentos del Ministerio y de sus plataformas se desmoronan como un azucarillo dentro de un vaso de agua. No sólo eso, el comisario del PP en Bruselas, Miguel Arias Cañete, reconoce, a preguntas del propio Gutiérrez, que proyectos como el de la planta de Puertollano son sostenibles y, por lo tanto, se van a ampliar las ayudas europeas “para extender por toda Europa proyectos como Elcogás”. Por todo ello, ha reconocido que este cierre “no es una decisión basada en la viabilidad económica, ni en la política energética sostenible y de futuro como es Elcogás, sino una política arbitraria y una decisión política injusta con Puertollano y con los trabajadores de Elcogás”, concreta.

“No vamos a tirar la toalla”
De ahí que los socialistas hayan decidido echar todo el fuego al asador con el tema de Puertollano, asegurando que “no vamos a tirar la toalla” y anunciado la  presentación de  enmiendas en el Congreso de los Diputados donde dentro de unos días se debatirá la Ley de Presupuestos presentada con antelación electoral por el Gobierno de Rajoy.  Las iniciativas pedirán el establecimiento de un nuevo marco regulatorio específico de ayudas para Elcogás, “porque sigue teniendo futuro que pasa, como dicen, “por un nuevo marco regulatorio que el PP de Cospedal no ha querido cambiar”.

Emiliano García-Page y la alcaldesa de Puerto Llano reunidos con trabajadores de Elcogás.



La foto que Page tiene y Cospedal, no
Y es que ya nadie duda, como así lo ha subrayado el eurodiputado del PSOE, que Elcogás ha dejado de ser competitiva por una política energética “ineficiente del Gobierno de Rajoy, que ha conseguido que los que producen la energía se arruinen y los que la consumen se asfixien porque no pueden pagarla”. Como tampoco dudan de la rabia de Cospedal al ver a su sucesor en la Presidencia de Castilla-La Mancha hacerse la foto con el comité de empresa de Elcogás, quien agradeció el apoyo del presidente socialista, mientras que ella se negó a sentarse con los trabajadores de la factoría por aquello de la diferencia de clases.   Sin embargo, no dudó un segundo en hacerse una foto en el descampado de Villar de Cañas para señalar la ubicación del basurero nuclear junto al ministro Soria, mientras que Page recibía y apoyaba a las asociaciones que se oponían a esta peligrosa instalación que ningún español quiere en su territorio más próximo, salvo Cospedal, que de todos es sabido vive durante los fines de semana en su cigarral toledano (150 kilómetros de Villar de Cañas), y el resto del tiempo en su residencia del distrito de Serrano en Madrid, a 137 kilómetros del almacén de residuos radiactivos; es decir, a cierta distancia de seguridad en el supuesto caso de un accidente nuclear, algo no improbable si atendemos a los informes negativos de los geólogos, que no ven idóneo el emplazamiento conquense. Pero por aquello de que el Pisuerga pasa por donde pasa…el PP critica ahora que Page “esté de vacaciones mientras se hunde Elcogás” como si Cospedal no hubiera sido presidenta de Castilla-La Mancha o no fuera todavía la secretaria general del PP, desde donde no ha movido ni un dedo para impedir su cierre; o como si el Gobierno de España estuviera presidido por Zapatero en vez de por Rajoy. ¿Por qué será que Cospedal perdió el Gobierno de Castilla-La Mancha?