Pese a que en julio se ha producido una reducción del paro en 74.028 personas (-1.8%), las cifras no son todo lo buenos que parecen. Así lo denuncian los sindicatos, que aclaran que los datos desestacionalizados son peores que los de 2014, cuando el crecimiento económico era menor.

De este modo, los sindicatos consideran que la temporalidad y la parcialidad involuntaria se han consolidado como elementos estructurales en el mercado de trabajo español. Situación que también se refleja en el aumento de contratos temporales en 72.613 respecto a junio y la reducción de los indefinidos en 3.017.

Coberturas a la baja
Desde UGT y Comisiones Obreras también se muestran muy preocupados por la reducción en el mes de julio de la tasa de cobertura bruta del desempleo, que se sitúa solo en el 55.7%, poco más de la mitad de los parados registrados en las oficinas de empleo.

Así mismo, los sindicatos denuncian que el Gobierno, lejos de querer mejorar esta situación de falta absoluta de recursos para muchas personas, ha decidido disminuir en un 16.76% el presupuesto del Servicio Público de Empleo en 2016.

Este presupuesto, según los sindicatos, es claramente insuficiente para atender a más de cuatro millones de parados ya que deja el gasto por desempleado en 6.110 euros, 3.400 menos que en 2010.

Cambio del modelo productivo
Ante esta situación, tanto UGT como CCOO denuncia que España sigue encadenada a un modelo productivo basado en los servicios de bajo valor, con un peso muy bajo y decreciente de las actividades industriales, lo que condena a un empleo precario y de bajos salarios, con muchas fluctuaciones estacionales e insuficientes para dar una oportunidad de empleo a la gente.

Ante esta situación, los sindicatos exigen al Gobierno que apueste por una política presupuestaria que fomente el cambio estructural del aparato productivo, aumentando suficientemente la inversión pública y reorientándola hacia la mejora de la calidad y el contenido tecnológico de las empresas.