El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, hace balance de la legislatura y explica las prioridades de los próximos meses en una comparecencia tras la última reunión del Consejo de Ministros del curso político, en la que se ha aprobado el proyecto de ley de presupuestos para 2016. EFE



En su intervención del viernes para hacer balance, Mariano Rajoy cambió aquella frase memorable suya de "la luz al final del túnel" por "el círculo virtuoso" en el que, según el presidente del Gobierno, nos encontramos con índices económicos que a él se le antojan positivos, pero que desmonta, por ejemplo, el último informe de Eurostat. Este domingo, La Razón, apuntala el mensaje popular y recuerda que faltan 1.321 días, los que restan de legislatura, para "cerrar el círculo virtuoso".

En 2012, cuando España alcanzó el triste récord de los casi 7 millones de parados, con una tasa de paro del 27%, Rajoy aseguraba que se podía ver "la luz al final del túnel". Ahora, con datos nada halagüeños, como recuerda Eurostat, el líder popular habla de "virtuosismo" y La Razón ... le da la razón.

Razones para un optimismo desaforado
El diario de Marhuenda subraya que en menos de cuatro años, "el déficit ha caído más de 3,5 puntos y hay 26.473 afiliados más a la Seguridad Social". Además,  que "España recuperará en 2016 el nivel de PIB de 2008 con el ritmo de crecimiento de antes de la crisis".



El optimismo es "desaforado", afirma La Razón, que asegura que "nuestro país liderará previsiblemente el crecimiento económico y la creación de empleo en la zona euro en los próximos meses". El Gobierno, admite el diario, se basa en un modelo económico basado en el turismo, el sector servicios y... ¡el ladrillo!.

Uno de los pilares para repetir mandato: el empleo
Según La Razón, uno "de los pilares de la estrategia del Ejecutivo para repetir mandato" es el empleo, que Rajoy no ha hecho más que llevar a los niveles de los peores años de la crisis, al final de la legislatura socialista. Y todo gracias a ¡la reforma laboral!

La deuda... pura bagatela
Eso sí, el diario de Marhuenda reconoce -no tiene escapatoria- que la deuda pública está en niveles insoportables; claro que no expresado en esos términos.

Si es que el director de La Razón tendría, de una vez, que trasladar su despacho a Génova, 13.