La familia del dictador Francisco Franco sigue poniendo problemas para abrir el pazo de Meirás al público. La finca fue declarada Bien de Interés Cultural en 2008 y en 2011 la Xunta de Alberto Núñez Feijóo llegó a un acuerdo salomónico por el que los herederos del dictador solo tendrían que abrir cuatro días al mes. Sin embargo, en agosto, el mes de mayor afluencia turística, amenazan con dejarlo cerrado.

En la página de Turgalicia se establece que entre el 28 y el 31 de agosto se abrirá el pazo para cumplir con el acuerdo, pero la familia de Franco está poniendo problemas, lo que ha provocado preocupación en el gobierno de izquierdas de Sada, que piden a la Xunta que actúe.

Motor turístico
Benito Portela, alcalde de Sada, localidad donde se sitúa el pazo, cree que si el pazo se abriese durante un periodo "menos restrictivo" podría ser un motor turístico para el municipio. Mientras que si se cierra en agosto ocasionaría un grave perjuicio económico para la localidad. Portela entiende que los plazos están muy acotados pero, si no se pueden ampliar, al menos que se cumplan.

Por su parte, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, cuando ha sido preguntado por el posible cierre del pazo durante el mes de agosto solo ha señalado que era la "primera noticia" que tenía al respecto.

Pacto con Feijóo
El pazo de Meirás  fue propiedad de Emilia Pardo Bazán hasta que sus herederos lo donaron a los jesuitas. Después, las autoridades franquistas de A Coruña se la regalaron a Francisco Franco y su familia para que la utilizase como residencia de verano. En 2008, el bipartito de PSOE y BNG la declaró Bien de Interés Cultural, decisión contra la que la familia del dictador se rebeló, llegando a los tribunales. En 2011, el Gobierno de Feijóo llegó a un acuerdo por el que solo debía abrirse al público cuatro días al mes, y con fuertes restricciones para conservar la privacidad de los Franco.