Francisco Granados no sólo conocía los intentos de Ignacio González para parar la investigación sobre su sospechoso ático marbellí, sino que movió los hilos adecuados para que saliera a la luz la reunión que mantuvo el entonces vicepresidente madrileño con policías en una cafetería de la capital para hablar sobre lo relacionado con su inmueble.

Aquella reunión tuvo lugar el 29 de noviembre del 2011, entre Ignacio González y el comisario de Asuntos Especiales de la Policía José Manuel Villarejo y el también comisario Enrique García Castaño. Los policías grabaron la conversación, en la que, según su versión, el entonces vicepresidente les pidió que pararan la investigación sobre la titularidad del ático.

Granados conocía el sumario secreto sobre el ático
Según una de las conversaciones grabadas por la Policía incluidas en el extenso sumario de la trama Púnica, adelantada por Colpisa, Granados habló con un hombre (al que la Guardia Civil no ha identificado) sobre el tema del ático y las consecuencias judiciales que podría tener para González.

Los investigadores deducen por la conversación que Granados conocía detalles del sumario referido al ático, que en aquel momento era secreto, como que habían imputado al comisario de Marbella por investigar sin permiso al vicepresidente o que el comisario Villarejo ya había elaborado “informes” para implicar a González.

La intención era que el asunto estallara
Granados pidió a aquel hombre sin identificar que moviera el asunto para que estallara.

La pésima relación entre Francisco Granados e Ignacio González era de sobra conocida. Entre otras cosas, el exconsejero madrileño no encajó nada bien que Aguirre prefiriera a González y que le eligiera como su sucesor.