María Dolores de Cospedal y Mar España



Lo advertimos el pasado mes de junio: María Dolores Cospedal estaba maniobrando para colocar a una persona de su máxima confianza al frente de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). Dicho y hecho. El Consejo de Ministros comunicaba este viernes al Congreso de los Diputados su propuesta de nombramiento de Mar España Martí, vocal del Consejo Consultivo de la AEPD, como nueva directora de este organismo. ¿Quién es Mar España? Fácil: una de las colaboradoras más fieles y serviles que ha tenido Cospedal estos últimos cuatro años en su Gobierno de Castilla-La Mancha, donde ha ocupado la secretaría general y viceconsejería en la Consejería de Presidencia y Administraciones Públicas, respectivamente. Ahora, entre otras cosas, se “ocupará” de que la intimidad de su jefa de filas no sea publicitada por ningún medio de comunicación y que los tejemanejes dinerarios, inmobiliarios y de otros negocios de la secretaria general del PP permanezcan el tiempo más posible en el anonimato, a pesar de ser la político española que más veces ha tenido que corregir su obligada declaración de bienes y patrimonio, bien por “olvidar” importantes propiedades inmobiliarias; bien por no dar a conocer todos sus ingresos.

¿Por qué quiere Cospedal controlar la AEPD?
ELPLURAL.COM recordaba en su información del pasado junio que la Agencia Española de Protección de Datos es la autoridad estatal de control independiente encargada de velar por el cumplimiento de la normativa sobre protección de datos. Decíamos que garantiza y tutela el derecho fundamental a la protección de datos de carácter personal de los ciudadanos, o lo que es lo mismo, decide lo que pertenece al ámbito personal y lo que se puede o no publicar de los datos correspondientes a una persona. Aún es más, la que será directora dentro de unos días tendrá, entre otras competencias, la capacidad de resolver las inscripciones que deban practicarse en el Registro General de Protección de Datos, la procedencia o improcedencia de la denegación, total o parcial, del acceso a los ficheros policiales o tributarios automatizados, recabar de las distintas Administraciones Públicas la información necesaria e iniciar, impulsar la instrucción y resolver los expedientes sancionadores. O lo que es lo mismo, juez y parte en todo lo referente a “la intimidad” administrativa de las personas, incluida, cómo no, Cospedal, que con su “amiguita del alma” llevando las riendas del organismo podrá descansar más tranquila en su lujoso y millonario cigarral toledano, causa supuesta, por cierto, de los deseos de la neocon por hacerse con el control de la agencia.

Cospedal utilizó la AEPD contra ELPLURAL.COM
Una agencia, como no podía ser de otra forma, relacionada con el Gobierno a través del Ministerio de Justicia, que Cospedal ha utilizado en varias ocasiones para proteger su “intimidad” dineraria y patrimonial. Tanto es así, que denunció a ELPLURAL.COM ante la AEPD porque publicamos la nota simple de su mansión-búnker valorada en 2,3 millones de euros, construida sobre un terreno de 12.000 metros cuadrados que, una vez más, “olvidó” registrar en su declaración de bienes. La agencia nos dio la razón a través de una amplia sentencia donde recriminaba a María Dolores Cospedal su argumentario y exceso de celo, al mismo tiempo que le recordaba su condición de persona pública sujeta a una mayor transparencia que el resto de los ciudadanos (Ver sentencia del 30-06-2014). Pronunciamiento que tal vez no hubiera sido posible de estar al frente de este organismo la amiga y compañera de Cospedal, que si el Congreso de los Diputados no lo impide dirigirá en breve.

En manos de García-Tizón y del PP
Y no lo impedirá por dos básicas razones. La primera y más importante es que el Partido Popular cuenta con una amplia mayoría absoluta en el pleno del Congreso de los Diputados y en la totalidad de las comisiones parlamentarias, como la Comisión Constitucional que preside Arturo García-Tizón, uno de los hombres de la máxima confianza de Cospedal y hasta hace unos días presidente de la Diputación de Toledo, “expulsado” de la presidencia de esta institución por Ciudadanos, partido que descartó la idoneidad de García-Tizón para seguir al frente de la corporación provincial, no así de esta importante comisión, encargada de dar el visto bueno al nombramiento de Mar España como directora de la Agencia de Protección de (sus) Datos. El resultado ya lo sabemos todos.

¿Gobierno, o una agencia de colocación de Cospedal?
Pero Mar España no será el único exalto cargo de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha que aterrice en el Gobierno de Mariano Rajoy, convertido, según la oposición socialista, en “una agencia de colocación de Cospedal”, como lo prueba la recolocación en la Secretaría de Estado de Educación del exconsejero de Educación del Ejecutivo castellano-manchego, Marcial Marín, que desde el más profundo desconocimiento dirigió durante cuatro años la docencia castellano-manchega con un resultado considerado por los sindicatos de nefasto, a la vez que catalogan como “un insulto a la comunidad docente” el nombramiento de Marín, “el gran recortador y benefactor de la enseñanza privada”. Un tanto de lo mismo sucede con la nueva directora general del Ministerio de Trabajo, Carmen Casero, hasta hace unas semanas consejera del ramo con Cospedal, puesto al que accedió desde su humilde concejalía de la localidad de Tomelloso. El balance de Casero no puede ser más triste: Más paro, menos protección y menos planes de empleo. Pero estos contrastados antecedentes parecen no haber influido en Rajoy, más preocupado en consentir parcelas de poder de Cospedal en su Gobierno para contrarrestar la pérdida de decisión de ésta en la dirección del partido, cuya función es, hoy por hoy, más testimonial que efectiva.