El paciente de un hospital tiene que recurrir a un ventilador parar afrontar las altas temperaturas



No exageramos ni una coma, pero en algunos importantes centros públicos de Castilla-La Mancha, como hospitales o bibliotecas, alcanzan estos días 35 grados, según han denunciado familiares y sindicatos, que se preguntan ¿cómo es posible que con temperaturas superiores a los 40 grados estos inmuebles no tengan la debida refrigeración? La respuesta la encontramos (por trigésima vez) en la falta de inversión en el mantenimiento de estos equipos, fruto de los salvajes recortes que durante los cuatro años del Gobierno de María Dolores Cospedal han sufrido los sectores de sanidad y educación principalmente. Es la herencia del “caloret” que deja la secretaria general del PP a su sucesor en la Presidencia castellano-manchega, el socialista Emiliano García-Page, quien se ha apresurado a habilitar las partidas presupuestarias necesarias para combatir el legado “sahariano” de la hoy jefa de la oposición en las Cortes autonómicas.

La tórrida estancia en el hospital de Albacete
Y como prueba de la cruel consecuencia de los recortes “cospedalianos”, la alarma lanzada estos días por el sindicato CC OO en Albacete, que no dudaba en describir la situación de “insoportable”, lo que ha llevado a los familiares a proveer a sus enfermos de sistemas de ventilación propios. En este sentido, la responsable sindical de sanidad de la capital albaceteña, Nieves Jiménez, advertía de que “las altas temperaturas que están sufriendo podrían ralentizar los periodos de curación de los enfermos”, subrayando que en algunas salas del centro hospitalario “se han soportado temperaturas de hasta 35 grados”. De ahí que CC OO apremie al nuevo Gobierno a recuperar con urgencia el plan director elaborado en 2010 pero que jamás llegó a ponerse en marcha porque el Gobierno de Cospedal “lo paralizó desde el minuto uno”.

Cospedal quiso amortizar el mantenimiento
Y menos mal que esta ola de calor que sacude a toda España ha cogido al hospital de Albacete con la nómina, aunque justa, de mantenimiento, ya que CC OO recuerda que el sindicato logró paralizar el decreto por el cual Cospedal quería amortizar la plantilla del personal de mantenimiento. “Estos mismos profesionales que le sobraban son los que con apenas herramientas básicas y mucha ‘maña’ tratan cada día de resolver los problemas de mantenimiento que se generan en el hospital”, añaden, “sin embargo, la empresa externa contratada por el PP, con el sobrecoste que supone para las arcas públicas, no ha conseguido hasta el momento que el problema de climatización se solvente con la urgencia que se necesita”.

El “socarrat” cultural a 32º a la sombra
Incapacidad que ha quedado también de manifiesto en la segunda biblioteca más importante de España, tras la Biblioteca Nacional de Madrid, la ubicada en el Alcázar de Toledo donde en algunas de sus salas se han alcanzado estos días los 32 grados. Cómo sería el “socarrat” cultural vivido en este emblemático centro que, atendiendo a las numerosas quejas de los trabajadores, el servicio de Ergonomía de la Consejería de Educación midió el grado de humedad y la temperatura que se registraban en las distintas instalaciones de la biblioteca regional. En todas se superaron los 30 grados, e incluso los 32 en muchas de ellas; mientras que el porcentaje de humedad ambiental estaba por debajo del 20% en varias salas y por debajo del 30% en todas las demás, salvo en una de ellas, que en el momento de la medición llegó al 31%.

Centro no apto para el trabajo
Esto significa que las temperaturas como el porcentaje de humedad que se registran en la biblioteca, en la que trabajan 63 personas, incumplen los límites fijados en el RD 486/1997, sobre disposiciones de seguridad y salud en los centros de trabajo, que establece que la temperatura de los locales donde se realicen trabajos sedentarios propios de oficinas y similares estará comprendida entre 17º y 27º; y la humedad relativa, entre el 30% y el 70%. No es de extrañar, entonces, que CC OO haya pedido “la paralización inmediata de toda actividad laboral en la biblioteca regional del Alcázar de Toledo, en los horarios y zonas que se requiera, por las temperaturas extremas que se están registrando” a consecuencia de la avería que sufre el sistema de climatización desde el pasado 30 de junio.

Joyas bibliográficas “pendientes” de Merkel
Y es que la biblioteca toledana es la segunda mejor de España, no porque lo digan los toledanos, sino porque alberga excelentes compilaciones, siendo la Colección Borbón-Lorenzana la joya de todos sus fondos, compuesta por unos 700 manuscritos, 414 incunables y más de 100.000 libros impresos entre los siglos XVI y XIX, entre los que destacan ejemplares como el Catholicon de Joannes Balbus, las Introductiones latinae de Antonio de Nebrija o una Biblia de Plantino. Fondos pendientes de que la tecnología de la Alemania de Merkel envíe a Toledo una pieza concreta que no es la primera vez que se rompe, aunque los responsables de este importante centro cultural aseguran disponer de otro aparato de refrigeración más pequeño que protegería en un principio los delicados textos.