Cabra es una bella y tranquila ciudad de la Subbética cordobesa de algo más de 20.000 habitantes. El ayuntamiento de esta localidad está gobernado por un joven alcalde del PP, Fernando Priego, que repite mandato y que ha sido el regidor del Partido Popular más votado en Andalucía al obtener un 60 % de los votos de los egabrenses. Es en esta localidad donde se ha creado la polémica y cierta alarma tras conocerse las quejas de una funcionaria municipal que teme por su integridad física y la de su familia ante las supuestas amenazas de su ex pareja.

Funcionaria y miembro de Izquierda Unida
María Dolores Rosa Álvarez, es una trabajadora de la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Cabra. Desde hace tiempo está de baja laboral. Políticamente de izquierdas, su compromiso la llevó a integrar las listas de Izquierda Unida en el municipio ocupando el quinto puesto de la candidatura. Por primera vez desde la democracia, esta formación -antes PCE-, no obtuvo representación municipal en el Consistorio.

Casa de la Cultura de Cabra donde Maria Dolores Rosa desarrolla habitualmente su trabajo



Su ex pareja, condenada a orden de alejamiento de 250 metros
María Dolores ha denunciado que el equipo de Gobierno local del PP, no hace lo suficiente para imposibilitar que se le acerque su expareja. Se trata de otro empleado del ayuntamiento que tiene en su haber una condena en sentencia firme que en teoría le debería de impedir acercarse a María Dolores Rosa a una distancia no menor de 250 metros. Todo ello derivado de haberla amenazado e infringirle distintas vejaciones.

'SMS' llamándola "puta" y amenazándola de que va "a por ella"
La mujer ha denunciado que en 2012, su maltratador, Jorge, trabajador de la concejalía de Urbanismo y Obras, fue condenado por la justicia por vejaciones contra ella, a no poder acercarse a menos de 100 metros. Dicha orden de alejamiento fue incumplida reiteradamente por Jorge. Se dio incluso la circunstancia de que este acudió al lugar habitual de trabajo de Rosa, la céntrica Casa de la Cultura, donde ella desempeña su trabajo diariamente enviándole mensajes a su móvil en la que le decía 'puta' y la amenazaba con que iba "a ir" a por ella. Casualmente este último sms amenazante le fue remitido mientras la mujer se hallaba en las dependencias de la Comisaría de la Policía Nacional formulando una denunciando sobre estos graves estos hechos.

Nueva condena de prisión y alejamiento
Tras ser pillado "in fraganti" con estas graves amenazas, Jorge fue otra vez condenado a finales de 2014. Ante la realidad palmaria el propio Jorge tuvo que admitir los cargos e incluso aceptó la sentencia de nueve meses y un día de prisión al atribuirse un delito continuado de quebrantamiento de condena, que llevó aparejada una pena de seis meses de prisión y orden de alejamiento de 250 metros de la víctima, en cualquier caso y con una duración de la prohibición de dos años y seis meses.

La víctima informa al alcalde
ero la situación se ha repetido y la expareja de Rosa continuó incumpliendo en horario laboral la prohibición de acercarse. Ante ello María Dolores Rosa Álvarez envió en febrero de este año un escrito al alcalde de Cabra, Fernando Priego (PP), detallando lo ocurrido y la situación amenazante en la que vivía por el incumplimiento de la sentencia judicial firme. La mujer le pide a su alcalde que dictase las órdenes pertinentes para que se cumpliera la sentencia judicial. También le advertía en el escrito que en caso contrario acometería acciones legales.

Medidas del Ayuntamiento
El Ayuntamiento le ha respondido informando que desde que tuvo conocimiento de la orden judicial se le informó al encargado del servicio del que depende Jorge para así evitar que el maltratador realice en solitario, estando siempre acompañado y vigilado de otro trabajador municipal del mismo servicio. también se hizo hincapié en que no se trabajara en el las dependencia de la Casa de la Cultura, lugar de labor de María Dolores Rosa.

Reuniones con la Policía
Asimismo desde el ayuntamiento egabrense se han mantenido reuniones con el inspector jefe de la Comisaria de Policía Nacional de Lucena-Cabra y con la Unidad de Violencia de Genero de la Policía Nacional sobre la sentencia y las medidas que debía adoptar este ayuntamiento y actuar en consecuencia".

Sigue amenazando y se acerca a la Casa de la Cultura
Con todo y ello, el condenado sigue incumpliendo la sentencia y ha llegado a pasar junto a la víctima, según informa ella, durante su horario de trabajo y mientras llevaba una pala en la mano y con la mirada fija en la mujer. Ante esta situación desbordante María Dolores se halla en baja laboral y ha remitido un segundo escrito al alcalde en el que expresa que "en aras de defender mi integridad física y psíquica, para que se me asegure el normal desarrollo de mi actividad laboral en mi centro de trabajo con total seguridad", solicita que se le "dé traslado por escrito de las medidas aconsejadas por el inspector jefe de la Comisaría de Policía Nacional de Lucena-Cabra y de la Unidad de Violencia de Género de la Policía Nacional, a fin de poder valorar la situación por los profesionales que están haciendo el seguimiento de mi baja laboral".