Son dos, literalmente..., y muy mal avenidos. En Mérida, Ciudadanos logró dos actas de concejal. Una para quien era candidato a alcalde, Juan Luis Lara. La otra, para María Antonia Sanmartín. Esos dos puestos, sin embargo, les colocaron por número de votos como tercera fuerza política, tras PSOE, que obtuvo 11, y del PP que logró 8.

Dos y mal avenidos... El cabeza de lista de Ciudadanos, Lara, y la número dos, Sanmartín, celebrando su elección. El 'divorcio' aún no se había producido. Foto C´s



El número uno cedió sus derechos, pero aún así se ha llevado la denuncia
Pero la historia de los dos concejales de C´s está lejos de ser armoniosa. María Antonia Sanmartín, aunque era la número dos, exigió el puesto de portavoz de la formación en el ayuntamiento. Juan Luis Lara quiso imponer su situación de cabeza de lista. La cosa se fue complicando.., y al final, la dos presentó una denuncia contra el uno.

Lara acabó cediendo, según ha declarado, y recoge el diario Hoy, por temor a que se rompiera el grupo municipal y Ciudadanos acabara desapareciendo en la población, con ellos dos en el grupo de no adscritos. Pero Sanmartín no se conformó porque, según el diario extremeño, "el auténtico motivo (para su denuncia) es que he sufrido una serie de coacciones por parte de este señor hacia mí y hacia mi marido durante un tiempo, acciones que vienen motivadas por un afán de protagonismo de esta persona dentro de Ciudadanos Mérida". Como se ve, la costumbre de Rajoy de no citar por su nombre a quien le da problemas es un virus que se extiende.

La dirección de C´s en Extremadura, callada
La ya portavoz de C´s, tras la cesión del cabeza de lista de la formación de Rivera, ha dicho que Lara es un hombre de actitudes poco transparentes y dictatoriales que ya quedaron de manifiesto cuando se formaron las listas, aunque la denuncia no la puso hasta que hubo que dirimir quién se quedaba con la portavocía y lo que ello significa.

Según el Hoy, Juan Luis Lara y la dirección en Extremadura de Ciudadanos, ante la denuncia han tomado la decisión de buscar una salida negociada a la disputa de los políticos, dos y mal avenidos.