Debió de parecerle que la situación de Grecia daba para bromear con insultos y violencia metafórica. El periodista Antonio Naranjo, colaborador en las tertulias de la SER o La Sexta Noche invitado para representar una voz conservadora, escribió el pasado sábado en Twitter en estos términos sobre ya el exministro de Finanzas Yanis Varoufakis, quien dimitió tras la victoria del 'no' en el referéndum para facilitar las negociaciones de su Gobierno:

Las reacciones no se hicieron esperar y obtuvo réplicas de cientos de tuiteros que le reprocharon el tono amenazante y los insultos. Entre las respuestas aparecieron por ejemplo la periodista Elisa Beni y la vicepresidenta de la Generalitat valenciana, Mónica Oltra.



 



 



 

Naranjo tenía una buena papeleta encima, porque fue de aquellos que se cebaron con Zapata y clamaron por su dimisión, aunque tuviera para ello que echar mano de Monedero:



Pero su pasado inquisidor no le arredró y el periodista defendió sus metáforas, suspendiendo a los españoles en comprensión lectora.

 

Este lunes ha hecho un nuevo intento de justificarse en un artículo en el Semanal Digital en el que repite aquello de que no se le entiende: "Viendo que esta expresión provocó una tormenta en Twitter, con acusaciones a servidor de promover la violencia y hasta el acoso escolar, no me queda otra que pedir humildemente al próximo inútil que dirija la Educación de España que se deje de crucifijos y zarandajas y ahonde en las asignaturas destinadas a facilitar la comprensión lectora, aquí a nivel de mejillón".

El periodista que culpa de la situación griega a un Gobierno que lleva seis meses en el poder no ha encontrado más argumentos que el insulto primero para el Ejecutivo de otro país y luego para los lectores españoles que osaron criticarle. Así está el nivel de los avalistas del 'austericidio.'