El ayuntamiento de Barcelona ha anunciado este jueves que paraliza la concesión de licencias turísticas. La medida, anunciada por la alcaldesa Ada Colau, busca abordar los conflictos que genera el turismo en Barcelona con una regulación global “para no tener que ir apagando fuegos”.

El objetivo del consistorio con esta medida, que afecta a todos los tipos de alojamientos turísticos y en concreto a 30 peticiones de nuevos hoteles, es realizar una “radiografía fija del parque de alojamientos turísticos que permita evaluar y diagnosticar la oferta existente y el impacto económico y social que tiene sobre el acceso a la vivienda, la ocupación del espacio público, movilidad, diversidad de usos y producción y gestión de residuos”.

La alcaldesa ha explicado durante una entrevista a Catalunya Radio que la paralización es “provisional y cautelar, porque el turismo es un activo de la ciudad que hay que cuidar y hacer sostenible y que ha generado tensiones”. Por esto, la decisión durará un año y la nueva regulación estará lista para el primer trimestre de 2016 aunque “si fuera necesaria una prorroga podría hacerse”.

En cuanto a la posible contestación del sector, la alcaldesa considera que contará “con la complicidad del sector, cualquier empresario quiere que sea un negocio de éxito y que a la larga pueda crecer sin ponerlo en riesgo”. Así mismo, Colau espera que “gremios de hoteleros, vecinos y turistas saldrán ganando”.