El economista José Carlos Díez (iz) y el eurodiputado de Podemos Miguel Urbán (de) - Twitter



Los teóricos en torno a la delicada situación económica de Grecia se han multiplicado en los últimos días enfrentando opiniones muy diversas. El último encontronazo se ha producido entre el economista José Carlos Díez y el eurodiputado y miembro de Podemos Miguel Urbán.

Díez apareció el pasado viernes en La Sexta Noche para arrojar un poco de luz sobre los entresijos de la crisis económica griega y contextualizar la gran cantidad de información sobre el tema que estar surgiendo estos últimos días.

En su ‘clase magistral’, el economista explicó que, según él, “el principal problema de Grecia no estaba tanto en la deuda pública” sino en “el sistema bancario”. Ante esta conclusión, Díez reconoce que la actual situación en la que se encuentra Grecia es resultado de las malas decisiones de anteriores gobiernos pero que el actual de Syriza no ha hecho mucho para mejorarlo, considerando que su programa electoral “bien podría haberse llamado queremos quebrar los bancos”.

Pero la respuesta de Miguel Urbán no ha venido por su gran diferencia con las teorías económicas de Díez, al que ha calificado de “neoliberal”, sino por su discurso en el parlamento griego donde apoyó “el informe de la comisión internacional que está auditando la deuda soberana griega y propone un impago unilateral porque la considera en parte ilegítima e incluso ilegal”.

En un extenso artículo publicado en su blog de Público, titulado "Arriba las manos esto es un atraco: el chantaje a Grecia", el eurodiputado le replica al economista sus palabras y le explica que lo que defiende Podemos “no es a lo bancos sino a los banqueros a quienes habría que haber dejado caer”, así como la necesidad del trabajo de la comisión internacional para poder “saber de dónde viene la actual deuda pública que no para de crecer y representa ya más del 180% del PIB griego”.

En el único punto en el que sí parece que están de acuerdo Urbán y Díez es en que el problema del actual gobierno griego viene de mucho antes, incluso reconociendo el economista que “si hay algo que puede quejarse Syriza es de la herencia” recibida.