Jorge Moragas, con su 'jefe', Mariano Rajoy, en un acto en Moncloa. Foto Flickr Presidencia del Gobierno



Durante un receso en el Comité Ejecutivo Nacional del PP, Mariano Rajoy ha comparecido ante los medios para anunciar cambios en en partido que en lo sustancial se resumen en uno: más control por su parte del partido de manera directa y con hombres de su confianza.

Más marcaje para Cospedal y Floriano y González Pons, señalados
En concreto el presidente del PP ha anunciado que él mismo estará "más presente" en los órganos de dirección del partido así como varios cambios estructurales y de nombre: la vicesecretaría de Organización (adiós en ese cargo a Carlos Floriano, que fue el responsable de la última campaña) recaerá en Fernando Martínez Maíllo, hasta ahora presidente de la diputación de Zamora, se crea una nueva vicesecretaría de Sectorial que irá para Javier Maroto (el sucesor de Alfonso Alonso que acaba de perder la alcaldía de Vitoria) y la dirección de campaña de las generales recaerá en su principal colaborador: Jorge Moragas. También ha anunciado que la vicesecretaría de Estudios y Programas será para la catalana Andrea Levy (del equipo de Sánchez Camacho y Moragas) y desplazando así definitivamente a Esteban González Pons y la de Comunicación para el 'aznarista' Pablo Casado, que ya fue portavoz de las últimas elecciones municipales. También subrayó que Javier Arenas seguirá como vicesecretario de Autonomías y Ayuntamientos. La secretaria general, María Dolores de Cospedal, seguirá en su puesto pero ni la ha nombrado y estará además más controlada por la creación de la nueva vicesecretaría.

Anunció asimismo una conferencia política en el PP para el mes de julio que será "la base de la elaboración del programa electoral" de las generales.

Culpa a la crisis y a la corrupción
Antes de anunciar los cambios Rajoy ha hecho un nuevo análisis de los resultados del 24-M en el que ha insistido en que las claves han estado en el "ascenso y movilización de la izquierda" o en que "sin aumento de la participación" lo que se ha producido es "trasvases de votos". "El bipartidismo no ha desaparecido como anunciaban algunos pero sí ha reducido su peso, se ha reducido en más de 13 puntos", ha subrayado también.

La lectura de Rajoy pasó por repetir que el PP había ganado las municipales pero ha matizado el triunfalismo de su análisis inicial tras el 24-M, admitiendo que una fuerte "pérdida de poder municipal" y que solo podrán gobernar "en dos de las diez principales ciudades" mientras que el PSOE lo hará en en tres. Pero ha insistido en que "el PP ha estado muy cerca de poder gobernar en muchos ayuntamientos y comunidades a falta de un concejal o un escaño" y que se deben a todos esos votantes que siguen confiando en ellos.

Rajoy ha achacado la pérdida de votos para su partido en la crisis y "en la desafección" generada por los casos de corrupción, apuntando que han legislado en ese campo pero proponiendo apenas como novedad actuar "con rapidez y contundencia" si les salpican nuevos casos de corrupción. Pero ha insistido en el mensaje de que evitaron "el rescate" lamentando que eso no haya sido suficiente para los electores, insistiendo en que "otros trajeron la crisis", perdiendo así la oportunidad de hacer autocrítica sobre el agujero generado por el PP en la deuda estatal o en autonomías como Valencia o su papel 'gestor' en la quiebra de numerosas quejas por toda España. "Podemos cometer errores pero en lo fundamental hemos acertado", ha insistido sobre la gestión económica.

"Razones" para el optimismo
El presidente del Gobierno y del PP ha insistido en que hay "razones positivas" para su partido de cara a las generales: "Seguimos siendo la primera fuerza en votos, el PSOE ha obtenido el peor resultado de su historia, los resultados de las elecciones municipales no son extrapolables a las generales, por ejemplo en el 99 ganamos las municipales por menos de un punto y al año siguiente ganamos las generales por diez puntos. La gente vota de manera diferente. Otro dato positivo: todas las encuestas de elecciones generales que se han celebrado desde el pasado 24M nos sitúan como primera fuerza política y mejorando sobre los anteriores sondeos".

Insinúa conejos en la chistera
Sobre el futuro inmediato ha anunciado su intención de presentar los presupuestos generales del Estado antes del 30 de septiembre así como "volver a bajar los impuestos y si la recaudación lo permite no descarto hacer más cosas, no voy a entrar en más detalles".

Cataluña y el PSOE vuelven a la diana
También señaló a Cataluña como otro de los temas urgentes en la agenda política: "si adelantan las elecciones serán autonómicas y nada más, eso es lo que dice la ley. Si alguien pretende inclumplir la ley el Gobierno le dice a los españoles que velará por su cumplimiento. Las actuaciones que estamos viendo son de una irresponsabilidad, generan incertidumbre y ponen en riesgo la recuperación". Dijo que su partido está "en la moderación y en la concordia".

Apuntó el presidente a las generales como "reto más importante" subrayando que "tenemos que ganarlas, es nuestra obligación" porque de lo contrario peligraría la "recuperación", es decir, que insistió en el discurso del miedo. Y devolvió al PSOE al centro de sus ataques políticos repitiendo que se están radicalizando y están dispuestos a pactar cualquier grupo" marginal, antisistema o independentistas" con tal de que no gobierne el PP. Se mostró convencido de que las formaciones emergentes solo se han dedicado a "hablar" y hora se retratarán "en el movimiento". y que lamenta "lo que le pueda ocurrir a esos vecinos" en donde gobernarán. "No quiero ni pensar lo que pasaría si llegan al Gobierno", advirtió.