Rajoy insinúa en los pasillos del Congreso una creisis de Gobierno y de partido a su manera, para afrontar las generales. Foto EFE
Y después de ha 'rematado' con la explicación más en línea "Tancre-doy": "de todas formas, los cambios se anuncian una vez que se han producido".
Lo más increíble es que hacía poco más de 30 horas, tras la reunión de su cúpula directiva, y en la sede de Génova, 13, después de declararse vencedor de las elecciones municipales y autonómicas, y culpar de los malos resultados a tener que gobernar una crisis, el mismo personaje había negado y negado cualquier posibilidad de cambio: "No tengo previsto ningún cambio. No me parece que el problema venga de cambiar o de dejar de cambiar. No tengo intención".
¿Por qué este cambio que da a intuir? En medio de las dos declaraciones la cascada de dimisiones de los presidentes autonómicos, con especial mención de la del castellano leonés Herrera pidiéndole que se mirara al espejo... Así es que crisis de Gobierno y partido para los próximos días.., o no, como diría el mismo Rajoy.