En la noche electoral del 24-M Rosa Díez, líder de UPyD, reconoció los malos resultados de su partido, anunció la convocatoria de un congreso extraordinario y que ella no se presentará a la reelección. Todo hace pensar que será demasiado tarde, porque el partido que ella fundó comenzó a desgarrarse en luchas internas tras el resultado de las europeas e implosionó tras las andaluzas. Rosa Díez se negó a coaligarse con Ciudadanos, partido al que trató con una soberbia infinita, no toleró ni debate ni crítica interna y parece muy difícil que este partido que Díez creó contra el PSOE sobreviva al nuevo tsunami político.

Despedir a la mayor parte de sus empleados
La difícil situación económica que atraviesa UPyD ha provocado que este partido anuncie un ERE con el que despedirá a la mayor parte de sus empleados, a los que no puede pagarles el sueldo. También comenzará el proceso de cierre de sedes en toda España, incluso se baraja el cierre de la sede en Madrid, ante la imposibilidad de afrontar los gastos de mantenimiento.

Retirada del 'Caso Bankia'
Sin embargo el golpe más duro es la decisión de retirarse del 'caso Bankia', porque fue la querella inicial de UPyD la que ha puesto contra las cuerdas a Rodrigo Rato y a todo el que fue su equipo directivo por la salida de la entidad a bolsa con las cuentas falseadas. Andrés Herzog, portavoz de UPyD y el abogado que ha llevado todo el caso Bankia, explicó a los medios de comunicación que "si no tienes respaldo de la gente no queremos convertirnos en Manos Limpias. Y por eso lo dejamos todo". UPyD había renunciado ya a seguir personados en otros casos de corrupción, como el caso Pujol, Banca Cívica y el caso Plaza (Zaragoza), ante la imposibilidad de hacer frente a los gastos judiciales.