Antonio Miguel Carmona y Esperanza Aguirre.



El candidato socialista a la Alcaldía de Madrid, Antonio Miguel Carmona, ha confirmado a ELPLURAL.COM su rechazo a la propuesta de Esperanza Aguirre de apoyarle para que sea alcalde y de esta manera hacer frente a la candidatura de Ahora Madrid, que encabeza Manuela Carmena. "Un no rotundo", ha sido la respuesta del diputado autonómico.

Aguirre planeó autoinmolarse
Aguirre le manifestó a Carmona su disposición para "impedir que Podemos llegue a la Alcaldía". La expresidenta madrileña ha mantenido durante toda la campaña el mensaje de que la formación de Pablo Iglesias (integrada en la candidatura de Manuela Carmena) traerá, al estilo del chavismo, falta de libertades.  Según adelantó este lunes El Mundo, que citó el entorno de Aguirre,  la candidata del PP barajaba "autoinmolarse bajo el argumento de no permitir que los bolivarianos, los que quieren acabar con las libertades, se hagan con el Ayuntamiento", por lo que podría "brindar a Carmona el apoyo del PP para, con las mismas, coger la puerta de salida".

Simancas también lo rechaza

Además de la negativa confirmada por el propio Carmona a ELPLURAL.COM, el presidente de la gestora del PSM, Rafael Simancas, declaró que la candidatura socialista en Madrid contribuirá a la "gobernabilidad" en el Ayuntamiento, pero rechazó un Gobierno en la capital con Carmona de alcalde con el apoyo del PP.

Aguirre, a la desesperada y sola
Aguirre, a la desesperada, imita de esta manera a la alcaldesa valenciana, Rita Barberá,  quien tras conocer el resultado electoral en su ciudad, donde perdió la mayoría absoluta y es casi seguro que gobierne una coalición de izquierda integrada por los socialistas y Compromís, anunció que buscaría "un pacto de Estado" para "hacer frente al radicalismo". Una postura de escaso talante democrático.

La expresidenta madrileña, en caída libre, empieza a dar pasos de ciego, aislada no sólo por los votantes del PP, sino también por su propio partido, a cuyos dirigentes no ha tenido reparo de atacar cuando le ha venido bien. Ha cargado en su momento contra la gestión de Rajoy, de Cospedal y hasta de una Ana Botella en retirada o de Cristina Cifuentes, su compañera de cartel en Madrid en estas elecciones. Ella se resiste a perder el poder en el PP de Madrid, clave en la guerra interna por el control del partido de cara a las futuras generales, pero en su propia formación muchos estarían dispuestos a moverle la silla.