El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy (c), junto a la secretaria general, María Dolores Cospedal (i), y el vicesecretario de Política Territorial, Javier Arenas (d), preside la reunión del Comité Ejecutivo Nacional de su partido para analizar los resultados de las elecciones autonómicas y locales, celebrada hoy en Madrid. EFE



El presidente del Gobierno y del PP ha reconocido este lunes tras la reunión de comité nacional que estuvo tentado en cambiar la ley electoral para permitir así que gobernara la lista más votada, pero que no lo hizo porque “no iba a cambiar las reglas de juego sin consenso”, o lo que es lo mismo, ha repudiado, censurado y criticado el “pucherazo” llevado a cabo por su todavía secretaria general en Castilla-La Mancha, que se inventó una ley electoral ad hoc con la única complicidad del PP en el Congreso de los Diputados, que aprobó la reforma del Estatuto de Autonomía para permitir a María Dolores Cospedal dar un “golpe de Estado” que, al final, ha resultado ser su tumba política, ya que ni con “trampas”, según denunciaron los socialistas en la noche electoral, ha conseguido mantener la Presidencia en la región, que pasará a manos del candidato del PSOE, Emiliano García-Page, eso siempre que llegue a un acuerdo con Podemos, que con sus tres diputados tiene la llave de la gobernabilidad manchega.

Rajoy no se atrevió, Cospedal, sí
Declaraciones realizadas por el presidente, que no comparecía en Génova ante la prensa desde el 28 de mayo de 2012, cuando lo hizo tras otra reunión de la ejecutiva del partido. ¿Por qué Rajoy no se atrevió a cambiar “las reglas del juego” y sí permitió que su secretaria general lo hiciera”?, se preguntan en el PSOE castellano-manchego, que tampoco entienden el aval ofrecido por el Tribunal Constitucional a la reforma  individual, aislada y radical estatutaria llevada a cabo por Cospedal, centro de las críticas veladas en la tarde de este lunes, ya que los barones y baronesas la señalan como la responsable directa de la debacle electoral. Tanto es así, que el propio Rajoy, que por el momento descarta cambios en “el Gobierno y en el partido", ha reconocido falta de empatía y.una vez más ha culpado a la falta de comunicación la caída estrepitosa del PP. El líder del PP ha reconocido la “notable" pérdida de apoyos” y ha manifestado que “negarlo” sería tan “absurdo” como “negar que el PP ha ganado las elecciones”. No ha sido el único en hacer autocrítica, suave, pero al final autocrítica, como así también la han hecho los barones regionales que han incidido en el rechazo que suscita “la marca” del Partido Popular.

El “pucherazo” de Cospedal
En este sentido, no deja de llamar la atención las palabras de la secretaria general del PP y presidenta en funciones de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, que tras admitir que deben cambiar la comunicación y ser más cercanos a los ciudadanos, según han informado a Europa Press fuentes 'populares', no ha hecho ni una sola autocrítica, y eso que su intervención ha sido analizada con lupa, y a ningún barón han convencido su palabrería sobre la crisis económica y la corrupción como dos de los factores que han provocado el retroceso electoral del Partido Popular en las elecciones autonómicas y municipales de este domingo. Sobre todo porque todos se plantean de qué ha servido el “pucherazo” manchego auspiciado por el PP en el Congreso de los Diputados si al final, como todo apunta, gobernará el PSOE con el apoyo consentido de Podemos.

De ahí que todos se pregunten qué hubiera pasado si Cospedal no hubiera cambiado la ley electoral castellano-manchega. Y en realidad, sin su “golpe de Estado” , “pucherazo”, sin sus “trampas electorales” el resultado habría sido más favorable incluso para el PSOE, que habría ganado los comicios por un diputado de diferencia con respecto al PP. Ciudadanos, que con 95.000 votos se ha quedado fuera del parlamento castellano-manchego, habría tenido 4 diputados, insuficientes para ayudarla a formar gobierno.

Los barones piden su cabeza
Y es que Cospedal no ha acertado ni una. Ni en Castilla-La Mancha ni en el partido, de ahí que se dude, ahora más que nunca, sobre su bicefalia y responsabilidades compartidas. “Lo hemos dicho por activa y por pasiva, no se puede estar en misa y repicando, y Dolores ha querido estar en todos los sitios a la vez y no lo ha conseguido”, reconocen a ELPLURAL.COM fuentes del PP castellano-manchego, que dan por hecho que Cospedal abandonará la región y se instalará en Madrid a la espera de vientos más favorables. “Está claro, las redes tienen razón cuando con sarcasmo e ironía anuncian: se vende cigarral”, dicen, en referencia a la mansión de casi 600 metros cuadrados de casa y 12.000 de terreno que Cospedal tiene en la elitista zona de los cigarrales toledanos, valorado todo ello en 2,3 millones de euros, y que la empresa de su marido, Ignacio López del Hierro, la regaló. Otro argumento más para justificar su pérdida de poder.