Esta tarde medios como La Vanguardia se hicieron eco de unas declaraciones en los pasillos del Congreso del ministro de Educación, José Ignacio Wert, comparando la la situación del castellano en la educación en Cataluña con el catalán “en otras épocas”, una clara alusión al franquismo. Aunque las palabras de Wert no fueron pronunciadas en el hemiciclo, el diputado de ERC Joan Tardá aprovechó su intervención en el pleno cuando se debatía sobre los derechos televisivos del fútbol para mostrar su indignación con el ministro, al que tachó de “mala persona”, “impresentable”, “fanático” e “ignorante”.



Villalobos quitá la palabra a Tardá
Celia Villalobos, que ejercía en ese momento la presidencia del Congreso, pidió a Tardá en tono burlón que no se “alterara” pero ante la insistencia de éste en las protestas le exigió que “volviera al tema, que es el deporte” y le reprendió: “Su indignación personal no la puede transformar en ofensas”. Finalmente Villalobos acabó retirando la voz al de ERC y expulsándole de la tribuna de oradores, y ante las protestas de Joan Coscubiela (Izquierda Plural) también reprendió a éste y le instó a ir “a almorzar” o a quedarse. “Haga lo que le dé la gana”, sentenció la popular visiblemente desbordada.

Wert rectifica sus palabras
A pesar de la dureza empleada por Villobos, el ministro Wert volvió a los pasillos para hablar con los periodistas y matizar sus palabras previas, insistiendo en que no pretendió comparar el trato actual al castellano en Cataluña con el “abominable” trato que tuvo el catalán durante el franquismo. “Nada más lejos de mi intención que pronunciar palabras de cualquier tipo que puedan ser entendidas como de menosprecio o de ataque a una lengua a la que amo entrañablemente, que hablo pese a no ser catalán y que forma parte importantísima de nuestro patrimonio cultural”, se ha justificado. En cualquier caso ha insistido en adoptar las iniciativas necesarias para evitar que haya una exclusión del castellano del sistema de enseñanza de Cataluña sentenciando que eso “no tiene que ver nada con ninguna comparación histórica que estaría absolutamente fuera de lugar”.